Una desafiante y ya preocupante Corea del Norte siguió hoy enviando señales al mundo de que a pesar de haber sido sancionada en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en el día de ayer,no tiene intenciones de suspender por ahora sus programas nucleares.
Hoy Pyongyang a través de su agencia central de noticias volvió a acusar a Estados Unidos de conducir una “maliciosa” campaña en su contra, y amenazó con construir más bombas nucleares y enriquecer su stock de uranio y usar el plutonio para construir armas. “No suspenderemos nuestro programa nuclear”, dijeron.
Corea del Norte está pasando por un proceso de transición interno que aumentaría estas demostraciones de fuerza. El dictador Kim Jong Il, que sufriera un infarto cerebral hace casi un año, hoy luce más frágil y más avejentado. Es por ello que ya estaría en marcha un plan sucesorio del poder. Algunos analistas han mencionado a Jong Un, el menor de sus tres hijos, como el futuro continuador de sus políticas pero el anuncio posiblemente se haga en el 2012 cuando se cumpla un centenario del nacimiento su abuelo, el fallecido fundador del régimen comunista Kim Il Sung.
El Consejo de Seguridad adoptó la resolución 1874 en forma unánime contra Corea del Norte. Dicha medida restringe el tráfico de armas y habilita las inspecciones de los barcos que provengan o viajen a sus puertos. También deja abierta la puerta para iniciar en el futuro otras medidas financieras.
Corea del Norte, que ya probó seis misiles nucleares de corto alcance en las últimas dos semanas, respondió a la resolución con más afrentas. “No importa cuan duras sean esas fuerzas que Estados Unidos intente juntar para aislarnos o bloquearnos, seguiremos orgullosamente desarrollando nuestro poder nuclear y no nos apartaremos de nuestras políticas”.
Además el régimen amenazó con iniciar acciones militares si el tráfico de sus barcos es demorado por alguna acción aliada, especialmente por Japón o por Corea del Sur. Es por ello que Rusia y China -que tienen más relaciones comerciales con Corea del Norte- se opusieron a que los barcos sean tomados por la fuerza si se resisten a ser revisados, algo que posiblemente ocurrirá. La resolución ha limitado el posible control mercaderías a todo lo que se relacione con armamento, liberando el tráfico de alimentos, medicinas y otros productos.
Es evidente que la situación se ha tornado demasiado conflictiva, y son justamente estas potencias -aliadas con Corea del Norte- las que podrían tener la llave para presionar y frenar las constantes amenazas de los norcoreanos. El problema central es que si no se logra detener a Pyongyang, toda la región sudasiática pronto entraría en una carrera armamentista. Es un polvorín más de los que hay en el mundo, quizás uno de los más complicados, que acapara la atención mundial también por las exportaciones de armas y tecnología a otras regiones del globo.
(*) especial para Perfil.com