Correa se animó a poner en juego su cargo tras conocer que el 57% de los electores votaría por el “Sí”, según un sondeo de SP, afín al gobierno nacional.
Este economista de 45 años está entrenado en estos desafíos: enfrenta las urnas por cuarta vez desde que asumió la presidencia, hace dos años, y lo hace con una imagen positiva del 70%.
De aprobarse su iniciativa, redactada por una Asamblea Constituyente de mayoría oficialista, las elecciones generales se anticiparán a febrero y se habilitará la reelección presidencial inmediata por una sola vez.
Así, Correa podría iniciar un nuevo mandato en 2009 y, de ser reelecto en 2013, quedarse en el poder hasta 2017.
La nueva Carta Magna prohíbe la presencia de tropas extranjeras, entre ellas las de Estados Unidos en Manta, que serán desmanteladas el año que viene.
También faculta al presidente a regular y planificar la economía y sienta las bases del llamado “socialismo del siglo XXI”, también pregonado por los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, aliados de Correa.
El texto reemplazaría a la Constitución de 1998 y sería la vigésima de un país jaqueado, que en apenas una década sacó del poder a tres presidentes.
Por eso, Correa aspira a que las reformas devuelvan la estabilidad a Ecuador con la incorporación del sistema conocido como “muerte cruzada”, que le permite a los poderes Ejecutivo y Legislativo destituirse o disolverse mutuamente bajo la condición de anticipar las elecciones generales.
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