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Desde Roma
La Justicia de Italia condenó ayer a cinco de los seis imputados por el naufragio del Costa Concordia, el crucero que se hundió en las costas de la isla italiana del Giglio en enero de 2012 y a bordo del cual murieron 32 personas. El juez a cargo aceptó una reducción de la pena –entre 18 y 34 meses de cárcel– para todos los acusados excepto para el capitán Francesco Schettino. El principal imputado por la tragedia enfrenta un juicio oral porque en su caso la Justicia no admitió rebajar la condena.
Los primeros condenados por el naufragio del barco son los oficiales Ciro Ambrosio y Silvia Coronica, el timonel Jacob Rusli, el jefe de a bordo Manrico Giampedroni y el jefe de la unidad de crisis en tierra de Costa Cruceros, naviera propietaria del crucero, Roberto Ferrarini. El juez de la audiencia preliminar Pietro Molino aprobó el acuerdo sobre la pena alcanzado entre la Fiscalía y los cinco imputados, acusados por los delitos de homicidio culposo (involuntario) múltiple, lesiones culposas y naufragio.
La condena más alta fue la de Ferrarini, quien recibió 34 meses de prisión, mientras que Giampedroni llegó a un acuerdo por treinta meses, Ambrosio por 23 meses, Rusli por veinte meses y Coronica por 18 meses.
Así, el único proceso que sigue en curso es el del excéntrico capitán Schettino, quien también había pedido pactar la pena, pero recibió una negativa en primera instancia por parte de la Fiscalía. Sobre esa situación deberá pronunciarse el juez en las próximas audiencias. Por ahora, Schettino enfrenta un juicio oral que comenzó el 17 de julio.
Luego de que trascendiera la decisión del juez Molino, los abogados de los querellantes manifestaron críticas a la sentencia. “Lo esperábamos, pero son pactos injustos”, dijo Daniel Bocciolini, abogado de uno de los demandantes. A su juicio, “hay una evidente disparidad de tratamiento entre los demás imputados y Schettino, ya que no es normal que el comandante sea el único culpable y que tres acuerdos de pena estén por debajo de los dos años”.
Por su parte, el abogado Alessandro Fagni consideró que se trata de “penas excesivamente exiguas respecto a lo que sucedió”. El defensor de SOS Concordia, Pierpaolo Lucchese, quien representa a los habitantes de Giglio, anunció un recurso ante la Corte de Casación respecto de los resarcimientos por daños.
El naufragio del Costa Concordia ocurrió la noche del 13 de enero de 2012, luego de que el barco chocara contra un escollo a causa de una maniobra arriesgada del capitán para acercarse a la costa y “saludar” a sus habitantes. En las fases previas al juicio, la compañía Costa Cruceros había llegado a un acuerdo por el que deberá pagar un millón de euros como sanción administrativa.