Las manchas debajo de los ojos del Rey Juan Carlos de España siguen generando controversia.
Con un semblante visiblemente desmejorado, el Rey Juan Carlos I de Borbón recibió este lunes junto a su consorte Sofía y los Príncipes de Asturias en el Palacio del Pardo a Sebastián Piñera, presidente de Chile, en visita oficial a Madrid.
Los rumores sobre la salud del monarca, de 73 años, se generaron a partir de las manchas que aparecieron debajo de sus ojos, de los cuales el izquierdo parecía más afectado. Desde el Palacio informaron en primer término que el ojo morado del rey, se debía al "juego de luces de las cámaras", explicación que no fue tomada en serio por la opinión pública debido a que las hematomas eran visibles en distintas fotos y desde distintos ángulos.
En un segundo intento por aclarar la situación, la Casa Real desmintió a través de un comunicado cualquier problema de salud del Rey y enviaron sus propias fotos de la recepción en las que los hematomas no aparecen pero, según comentarios en los medios españoles, se infiere que fueron retocadas por computadora.
También desmintieron que se trate de las secuelas de una cirugía. Esa versión indicaba que el rey se habría sometido a una operación de botox, aunque los dermatólogos la descartarían, ya que la edad del monarca no lo permite.
Otros aseguran que podría ser fruto de cierta medicación, dado que el monarca fue visto con la cara más hinchada y la sombra violácea sería la causa de algún tratamiento que sí podría dejar hematomas. Aunque según declaraciones del diario El Mundo, las manchas se deberían a una posible operación de cataratas.
Sin embargo, el misterio no acabó ahí: durante la cena de gala ofrecida por la noche a Piñera y su esposa, las marcas habían desaparecido del rostro de Juan Carlos, tal vez como producto de un cuidado maquillaje. Y como si hubiera sido planeado, el jefe de Estado chileno declaró además que había encontrado al rey "muy juvenil".
En el pasado, Don Juan Carlos, como es conocido en su país, fue intervenido de cataratas y, en mayo del año pasado, se le extirpó un nódulo pulmonar que resultó ser benigno. Ésta fue la quinta operación por la que tuvo que ser internado, siendo la causa de tres de ellas motivada por accidentes deportivos.