En La Habana, Raúl Castro clausuró ayer la “Asamblea del Poder Popular” (una suerte de sesión del Parlamento cubano de fin de año) con un duro discurso contra el presidente estadounidense Barack Obama, de quien dijo que pretende “destruir a la Revolución” en momentos en que las relaciones entre Cuba y Estados Unidos atraviesan una fuerte tensión por la detención de un ciudadano norteamericano en la Isla.
“Hemos visto que se han multiplicado los esfuerzos de la administración Obama con ese propósito”, fue uno de las frases del discurso del hermano de Fidel Castro, pese a que Obama ha intentado durante los últimos meses flexibilizar los viajes hacia la isla y permitir el giro de dinero de los parientes exiliados que viven mayoritariamente en La Florida.
"Se trata de una campaña de propaganda que sólo intenta confundir al mundo", manifestó Castro en relación a esas acciones antes de decir: "Quieren generar un cambio de nuestro régimen económico y social. El enemigo sigue despierto y activo como siempre”.
Hace unos días se hizo público que un ciudadano norteamericano, un contratista, permanece detenido en Cuba. El vocero de Estado, Ian Kelly, confirmó la semana pasada tal detención y dijo que EE. UU. le ha solicitado a Cuba que le permita enviar delegados a visitar el lugar donde lo tienen arrestado para verificar que sus derechos sean respetados, pero no ha recibido una respuesta favorable del gobierno cubano.
Según Castro, el contratista se trataba de una suerte de espía que realizaba comunicaciones vía satélite a agrupaciones opositoras al régimen, proveyéndolas de equipos de computación. El gobernante añadió que EE. UU. mantiene un presupuesto de un poco más de 50 millones de dólares anuales para sostener dicho tipo de actividades, que también incluyen transmisiones radiales y televisivas.
Asimismo, Castro ha dicho que el establishment norteamericano continúa realizando campañas contra el régimen revolucionario. “Incitan actividades provocadoras en las calles y se hacen acompañar por la prensa internacional. Cuando los detenemos nos acusan de represores” denunció Castro, quien volvió a pedir que Estados Unidos tenga con la isla un trato respetuoso y “entre iguales”, evitando los condicionamientos.
Hay que recordar que hace unas semanas se presentó en la capital norteamericana un reporte de la organización “Human rights Watch”, que vela por los derechos humanos en distintas zonas del planeta. Allí se denunció que en Cuba continúa el maltrato a todo aquel que se oponga al régimen. Sin el “debido proceso”, dice el reporte, se ha apresado a opositores a los que se considera peligrosos o que atentan contra “la moral socialista”.
La organización presentó listados de decenas de casos de periodistas y activistas políticos que permanecen detenidos, y denunció que se ha generalizado el miedo entre los opositores que quieren exponer públicamente sus ideas o través de Internet.
Algunos analistas creen que, ante el arresto de este “contratista” y el endurecimiento de las posturas de los hermanos Castro, los pequeños pasos de apertura hacia la isla que Obama ha intentado durante el 2009 pueden caer en la nada nuevamente.