INTERNACIONAL

Cumbre del Mercosur, con la crisis mundial de fondo

Este martes los mandatarios se reúnen en Uruguay. CFK recibirá la Presidencia pro témpore.

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Tratar de ver hasta dónde llegará la crisis de la Unión Europea, evitar que el comercio se convierta en la cadena de transmisión del quiebre hacia la región y buscar nuevas formas de integración constituyen la agenda de los presidentes del Mercosur que se reunirán en Montevideo este martes.

Cristina Fernández de Kirchner, quien recibirá la Presidencia pro témpore del bloque de manos de José Mujica, tendrá así su primer viaje al exterior desde que asumió su segundo mandato.

En Uruguay, la mandataria argentina se volverá a ver con la brasileña Dilma Rousseff, con quien incrementó en las últimas semanas intercambio de información y la coordinación de medidas para evitar que afecte la crisis europea, y con el paraguayo Fernando Lugo.

El Mercosur deberá definir en Montevideo la manera en que intentará sobrellevar las derivaciones de la debacle del viejo continente, que trata de salvar su moneda emblema, el euro, a costa de aplicar formidables ajustes de gastos.

Al menos, la postura de Argentina y de Brasil, como economías más grandes de Sudamérica, será la de estrechar el cierre de la región al comercio con Europa, desviando ventas y compras hacia otras regiones más dinámicas como Asia.

Así, los dos países se pusieron de acuerdo para lanzar por enésima vez planteos tendientes a mejorar las condiciones de asociación entre empresas industriales a fin de evitar importaciones de extrazona. Sobre todo en la cuestión automotriz, en la que Brasil ha decido cambiar el modo de medición de la integración de autopartes en las unidades producidas en el país para obligar a las terminales a usar más piezas locales.

En ese sentido, Brasil avanza en su Parlamento para aprobar la puesta en marcha del Banco del Sur con el fin de que haya financiamiento para generar plataformas regionales de exportación de autopartes. Luego de la reunión que tuvieron la semana pasada la ministra de Industria, Débora Giorgi, y su par de Desarrollo, Fernando Pimentel, se espera también ir disolviendo diferencias comerciales.

Para la Argentina será el debut, además, de un nuevo esquema de tratamiento de las relaciones económicas internacionales, anunciado por la presidenta la semana pasada. Aparecerá como secretaria de Comercio Exterior, dependiente del Ministerio de Economía, Beatriz Paglieri, que responde políticamente a su par de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

Por otro lado, estará la embajadora Cecilia Nahón que recién asume como secretaria de Relaciones Económicas Internacionales, dependencia de la Cancillería a la cual se le ha amputado el brazo comercial que supo reunir cuando Alfredo Chiaradía y el ahora embajador en Brasil, Luis María Kreckler, eran los principales negociadores comerciales del país.

En un tercer plano aparece el secretario Eduardo Bianchi, quien depende de la ministra Débora Giorgi, quien hasta ahora reunía la tarea de hacer el seguimiento del intercambio comercial con Brasil y de administrar licencias no automáticas.

Desde el punto de vista del relacionamiento del bloque con el exterior, la semana pasada Danilo Astori, el vicepresidente de Uruguay, volvió a la carga con el tradicional reclamo de una parte del Frente Amplio de Uruguay, que quiere mayor libertad para acuerdos de libre comercio. También Uruguay podrá mostrar ante la Argentina una nueva resolución de la OCDE que saca al país de la lista "gris" de naciones consideradas como de escasa transparencia en el tratamiento de la evasión de impuestos.

Finalmente, cuando termine la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, el martes cerca del mediodía, las cuatro naciones miembros pleno del bloque, habrán firmado un tratado de libre comercio con el Estado Palestino, en una clara acción de respaldo político en favor de la independencia de ese país.

(*) de la agencia DyN.