INTERNACIONAL

Cunha, la piedra en el zapato

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Más que un alivio, la denuncia contra Eduardo Cunha puede hacerle le vida más complicada a Dilma Rousseff. Conocido como un político “peligroso”, de métodos cuestionables, ya dejó claro que no va a renunciar: “Renuncia no forma parte de mi vocabulario”. Y es muy difícil que acepte su alejamiento forzado del comando de la Cámara de Diputados sin atacar a todos los que considere responsables por su destino. Ya eligió como su primer blanco al presidente del Senado, Renan Calheiros, por haberle tendido un puente a la acosada Dilma a través de la Agenda Brasil, un paquete de medidas fiscales. Allegados a Cunha ya adelantaron que Calheiros la pasará muy mal en una comisión parlamentaria de investigación sobre fondos de pensiones de las estatales. Rousseff y y el fiscal general de la República, Rodrigo Janot, serán sus blancos siguientes. “Cunha cree que hubo un acuerdo entre Calheiros, Dilma y Janot en su contra”, explicó Bolívar Lamounier. “Es improbable que Cunha sea desalojado, los procesos de impeachment se agilizarán”, dijo.