Nicaragua arrancó ayer la campaña electoral hacia los comicios del 6 de noviembre con un claro dominio del presidente Daniel Ortega, que busca un tercer mandato consecutivo, y una oposición cercenada que llama a la abstención.
Ortega, de 70 años, es el gran favorito como candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), sin una oposición real, luego de que un fallo judicial dejara fuera de las elecciones a una coalición opositora con caudal electoral para disputarle la elección.
Cinco agrupaciones minoritarias de derecha, que según los sondeos no alcanzan ni 5% de respaldo, están inscritas para la elección.
Además de Ortega y Rodríguez, los otros candidatos son Pedro Reyes, del Partido Liberal Independiente (PLI); Eric Cabezas, del Partido Conservador (PC); Saturnino Cerrato, de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), y Carlos Canales, de la Alianza por la República (APRE).
AbstenciЧn. Ante el dominio sandinista, expresado en diversas encuestas de opinión, grupos de la oposición formularon llamados a abstenerse de participar en las elecciones con el fin de restar legitimidad a un proceso que consideran hecho a la medida de Ortega.
La oposición, antes agrupada en el PLI, fue excluida el 8 de junio de los comicios mediante una decisión del Poder Judicial, controlado por el oficialismo.
En un polémico fallo, la Corte Suprema ordenó entregar la representación legal del PLI a Reyes, un político alineado con el oficialismo, quien desconoció el plan opositor de abanderar una alianza contra Ortega, a quien acompaña en la fórmula su esposa, Rosario Murillo.
Según una reciente encuesta de M&R, Ortega goza de la simpatía del 79,3% de los nicaragüenses, y su esposa, del 72,7%.
Controles. A la manera del venezolano Nicolás Maduro, de quien es un estrecho aliado, Ortega no autorizó la presencia de observadores electorales internacionales, a los que tildó de “sinvergüenzas” por sus críticas a procesos electorales anteriores.
La oposición exige la presencia de la OEA, la Unión Europea y el Centro Carter, que han acompañado las votaciones de Nicaragua durante los últimos treinta años. n