Luego de la polémica que se desató en torno a Rachel Dolezal, la destacada activista de los derechos raciales al descubrirse que no es de descendencia afroamericana, la mujer renunció a su cargo de presidente en la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) y ahora a comenzado a trabajar en una peluquería.
Dolezal, quien daba clases sobre la política y la historia de pelo negro en la universidad de Eastern Washington, actualmente prepara trenzas y coloca extensiones en una peluquería, luego de que la universidad se negó a renovar su contrato tras el escándalo
Según aseguró en una entrevista en la revista Vanity Fair, este es el único ingreso económico que Dolezal tiene para poder alimentar a su hijo de 13 años, Franklin.
A pesar de todo lo ocurrido, la mujer todavía sigue identificandose como “negra” y afirma que ella nunca trató de engañar a nadie, pese a que hizo hacer pasar a su mayor amigo negro como su padre y a su hermano negro adoptado como su hijo.
"No es un disfraz", dijo Dolezal en la entrevista, y agregó: "No sé espiritualmente y metafísicamente cómo va esto, pero sí sé que desde mis primeros recuerdos tengo la conciencia y la conexión con la experiencia de ser negra, y eso nunca me ha dejado. No es algo que puedo agregar y sacar”.
"Yo no diría que soy afro-americana", Dolezal continúa, "pero sí diría que soy negra, y hay una diferencia en esos términos", concluyó la exlíder de la NAACP, quien planea escribir un libro para que la gente deje de hacerle preguntas.