agencias
La Policía Militar de Bahía, en el nordeste de Brasil, comenzaba a desplegarse ayer nuevamente por las calles de las principales ciudades del estado, luego de dos días de huelga durante los cuales se triplicaron los crímenes y se produjeron numerosos saqueos de comercios.
La protesta, que se extendió a partir del martes durante dos días, había sido levantada, pero el viernes la presidenta Dilma Rousseff ordenó la detención de su líder, el bombero Marco Prisco, y los huelguistas volvieron a autoacuartelarse. En la mañana del sábado, luego de intensas negociaciones, los policías retomaron sus funciones entre rumores de que pondrían en marcha una “operación tortuga”, sin emplearse a fondo en las tareas de protección.
Preocupación. La huelga policial generó mucha preocupación en el gobierno de Rousseff, ya que Salvador, capital de Bahía, será sede de seis partidos del mundial de fútbol, para el que faltan menos de dos meses. Rousseff ordenó la detención de Prisco, afirman analistas, por temor a que el movimiento bahiano fuera un leading case de lo que podría representar una rebelión policial en cadena en varios estados, amenazando la seguridad de los 3,6 millones de turistas y autoridades extranjeras que se espera viajarán a las ciudades donde se realizará la Copa del Mundo, que comenzará el 12 de junio. El primer partido en Salvador será el día siguiente, cuando se enfrenten España y Holanda por el grupo B.
El martes, cuando comenzó la huelga, el gobierno federal envió a Salvador unos 5 mil militares de los diferentes cuerpos de las Fuerzas Armadas y la Fuerza Nacional de Seguridad, que dejarán el estado una vez que la situación se normalice por completo. Durante el primer día de huelga, los autobuses municipales no circularon debido a la falta de seguridad y numerosos locales comerciales se vieron obligados a cerrar sus puertas por los saqueos que se registraron en diferentes supermercados. Sólo el miércoles, el número de asesinatos en Salvador se disparó hasta 21, más del triple que la media diaria de 2013 (6), de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública regional. Salvador, una de las ciudades más pobladas del país con casi 2,8 millones de habitantes, es también una de las más violentas, con una tasa de 62 homicidios por cada 100 mil habitantes, según el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos (Cebela).
Durante el mes de marzo de 2013 alcanzó un pico de 149 homicidios en los 31 días, lo que llevó a las autoridades a tomar medidas especiales.
Dilma sigue al frente
efe
La ventaja de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en las encuestas de intención de voto para las elecciones de octubre se redujo tres puntos porcentuales entre marzo y abril, pero todavía es suficiente para garantizarle la reelección en la primera vuelta, reveló una nueva encuesta.
El sondeo del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) apuntó una caída desde el 40 % en marzo hasta el 37 % en abril de la intención de voto a favor de la presidenta, que aún no ha anunciado si buscará la reelección, pero sus correligionarios lo dan como un hecho.
La encuesta, realizada con 2.002 personas en 140 municipios entre el 10 y el 14 de abril y con una margen de error de dos puntos porcentuales, da como vencedora a la actual presidenta, sin necesidad de una segunda vuelta, en los dos más probables escenarios.
Para vencer en la primera vuelta el 5 de octubre próximo, el candidato necesita obtener la mitad más uno de los votos válidos o más que todos sus rivales juntos.
Detrás de Rousseff, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), se ubican el senador opositor Aecio Neves, el más probable candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cuya intención de voto subió desde el 12 % en marzo hasta el 13 % en abril. En tercer lugar se ubica el exgobernador del estado de Pernambuco Eduardo Campos, con el 6 por ciento.