La epidemia de dengue que azota al Paraguay se encuentra en un punto en el que parece imparable, con gran parte del país afectado y hasta el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, padece esa enfermedad, según confirmó este miércoles 23 de enero el ministro de Salud, Julio Mazzoleni. "Tenemos el resultado de los cuadros laboratoriales que confirma que el Presidente tiene dengue", dijo el funcionario en conferencia de prensa.
"El Presidente está con dengue serotipo 4 (que no requiere internación) y su cuadro general es bueno. El cumplirá su agenda con restricciones", agregó el secretario de Estado, médico de profesión. Voceros de la presidencia paraguayo agregaron que por ese problema de salud, el mandatario se mantendrá en virtual reposo en lo que resta de la semana.
Se trata, precisó el diario paraguayo ABC Color, "del más común actualmente en este rebrote de la enfermedad en Paraguay". Desde el comienzo de 2019 hasta ahora hubo 11.392 casos de dengue registrados en todo el país, y 992 confirmados en laboratorio.
"De los cuatro serotipos que transmite el mosquito, el 2 es el más grave", precisó a la AFP el especialista Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud del Ministerio. El dengue tuvo un fuerte repunte desde comienzos de enero en Paraguay y ya dejó como saldo dos fallecidos confirmados y 12 muertes bajo la sospecha de que pudo tratarse también de esa enfermedad. El ministro Mazzoleni dijo que el gobierno "tiene garantizados todos los insumos y recursos humanos, así como todo el personal de apoyo" para enfrentar la epidemia que colapsa cada día los centros médicos.
El gobernante paraguayo abandonó precipitadamente el martes un acto público en Alto Paraná, distante a 350 km al este del país, luego de sentir mareos, y fue trasladado por vía aérea a su residencia de Asunción con 38,8 grados de fiebre. "El dengue no discrimina ni geográficamente ni por el nivel socio económico", expresó el ministro.
Muchos centros de salud paraguayos se encuentran desbordados, con pacientes sentados en sillas o acostados en bancos o en el piso, gimiendo con síntomas de dolores y fiebre, mientras sus familiares protestan por falta de atención, observó la AFP.
El Ministerio de Salud ordenó la contratación extraordinaria de médicos y enfermeras así como la interrupción de las vacaciones del personal sanitario para atender la emergencia. Las autoridades sanitarias estimaron en unas 10.000 notificaciones de pacientes con dengue en lo que va del mes de enero, número que podría multiplicarse para febrero. "Lo peor está por venir", dijo en ese sentido Sequera, el director de Vigilancia Sanitaria.
La preocupación por la epidemia alcanza a las zonas fronterizas, y tanto en Brasil como en el norte argentino se activan las fumigaciones, en procura de establecer algún tipo de resistencia al avance del mosquito, que parece no tener al menos por ahora resultados.
De esta forma, en la provincia de Formosa se informó de "6 casos confirmados de dengue importado, estas personas tenían antecedentes de viajes a Asunción", según informó el ministro de salud provincial, Mario Romero Bruno. "En Formosa tenemos entre 10 y 15 casos en estudio y se descartaron más de 20", indicó el funcionario, ratificando "el estado de alerta y vigilancia provincial" ante la emergencia sanitaria que se vive al otro lado de la frontera y recomendando que "si no es imprescindible", se posterguen los viajes al vecino país.
AFP/NA/HB
