La Junta de Salud de Nueva York votó por unanimidad un proyecto para prohibir a 20.000 restaurantes que sirvan comidas que contengan un alto porcentaje de grasas artificiales, según publicó ayer el diario New York Times.
Las grasas artificiales son ingredientes modificados químicamente, considerados por doctores y nutricionistas como los responsables de causar enfermedades cardíacas.
El mismo diario informó que La Junta mantendrá el próximo 30 de octubre una sesión abierta para escuchar opiniones sobre el tema, antes de realizar la votación final. En ninguna ciudad estadounidense existe una ley de esta tipo.
De aprobase, toda la industria gastronómica de Nueva York se vería afectada, desde McDonald's hasta los restaurantes más sofisticados. Se impondría un límite de medio gramo de grasas artificiales. Este tipo de grasas son comúnmente utilizadas en repostería, como también en panes y condimentos para ensaladas.
La propuesta fue rechazada de inmediato por los dueños de los establecimientos culinarios, quienes afirmaron que esta medida elevaría sus costos y cambiaría el sabor en ciertos platos. Las grasas artificiales derivan parcialmente de los aceites hidrogenados, una opción que se popularizó en los años 50 para reemplazar las grasas saturadas como la manteca.
Los neoyorquinos ya se acostumbraron a no fumar en los restaurantes ¿podrán ahora dejar de comer papás fritas?