Ahora el satélite argentino SAC-D Aquarius está apagado, pero en cuatro días, ya en el espacio, se encenderá y comenzará a medir la salinidad de mares y océanos y la humedad del suelo, entre otros objetivos.
Daniel Caruso, jefe del proyecto, ya está en la base norteamericana Vandenberg, California, y es uno de los 15 argentinos que ocupará un puesto frente a las consolas destinadas a dirigir el lanzamiento que se realizará desde allá el próximo jueves a las 11.20, hora argentina.
Mientras llega el momento, los integrantes de la misión realizan simulacros en los que cada uno ocupa su lugar y prueba la función que cumplirá de acuerdo a lo previsto.
“Estuvimos ensayando la cuenta regresiva, un procedimiento en el que se siguen paso a paso las diferentes situaciones o chequeos que se realizan justo antes del lanzamiento”, explicó Caruso, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) en diálogo telefónico con PERFIL.