San Petesburgo, Rusia.- La policía rusa detuvo el domingo a un centenar de personas, entre ellas al líder de extrema izquierda, el escritor Eduard Limonov, durante una manifestación de la oposición que dispersó brutalmente, al igual que hizo el sábado en Moscú.
En el momento en que unos 2.000 manifestantes se dirigían al metro tras participar en una protesta en la plaza de los Pioneros, estallaron enfrentamientos entre algunos de ellos y la policía, que se ensañó a golpe de porrazos, comprobó la AFP.
Según el servicio de prensa de la policía local, se detuvo a un "centenar de personas", entre las que figuraba el escritor Eduard Limonov, jefe del ilegalizado Partido Nacional-bolchevique. "Su guardaespaldas llamó para decir que habían detenido a Limonov. Luego hubo un ruido y perdimos la conexión" telefónica, declaró a la AFP su portavoz, Alexandre Averin.
El sábado, el ex campeón del mundo de ajedrez Garry Kasparov, uno de los dirigentes del movimiento opositor La Otra Rusia, junto con Limonov, había sido detenido en Moscú. Las fuerzas antidisturbios, conocidas como las "Omon", dispersaron a la muchedumbre sin contemplaciones.
Un hombre, que intentaba escapar de los policías trepando por una alambrada, cayó al suelo, donde uno de los agentes le dio patadas hasta que lo recogió un equipo médico y se lo llevó del lugar. "íQué verguenza!", gritaba la muchedumbre mientras los policías se llevaban a rastras a un hombre de unos 60 años.
Una mujer tenía el rostro ensangrentado y tres jóvenes que sostenían banderolas del partido de Limonov recibieron una paliza. "Al final de la marcha, invitamos a la gente a marcharse tranquilamente hacia el metro, pero las Omon se abalanzaron sobre ellos y comenzaron a golpearlos (...) Todo se transformó en una caza al hombre (...) El poder no comprende más que el lenguaje de la fuerza", declaró a la radio Echo de Moscú uno de los organizadores, Maxime Reznik, quien dirige la delegación del partido liberal Iabloko en San Petersburgo.
También hubo peleas un poco más lejos, cerca de la estación Vitebsk, entre las 'Omon' y grupos de jóvenes de extrema izquierda que intentaban burlar los cordones policiales. Y eso que la manifestación se había desarrollado en calma. "íNo a la arbitrariedad del Kremlin!", "Buscamos a un garante de la Constitución", el presidente Vladimir "Putin es el criminal más peligroso", se leía en las pancartas. "El poder ha declarado la guerra al pueblo (...) La oposición está decidida a proseguir la lucha hasta que nos devuelva nuestras libertades", dijo a los manifestantes Eduard Limonov.
El sábado, cientos de manifestantes, entre ellos Garry Kasparov, fueron detenidos durante una manifestación que había sido prohibida por las autoridades en la capital rusa. Por la noche fueron liberados. Kasparov fue condenado, no obstante, a pagar una multa de unos 30 euros por participar en la protesta y no pudo asistir a la manifestación de San Petersburgo porque, al haber sido liberado muy tarde, no le daba tiempo de llegar, según fuentes de su entorno.
"Estos dos últimos días han puesto de manifiesto que el régimen de Putin no presta ya atención a la legalidad y recurre a la fuerza brutal", declaró el ex campeón de ajedrez a la cadena de televisión estadounidense CNN.
Estas manifestaciones tuvieron lugar dentro de un contexto político muy tenso a ocho meses de las elecciones legislativas y a un año de las presidenciales.