Fue un debate impresionante. Mismo lo decían las cadenas de TV norteamericanas. Cara a cara, frente a electores indecisos que les hicieron 13 preguntas. Obama y Romney se pelearon, discutieron, se interrumpieron y expusieron sus ideas.
Tremendos 90 minutos de alta tensión. Cada pregunta nueva era un desarrollo de altísima discusión. Aspectos como la falta de trabajo en EE.UU., el déficit, los impuestos, la situación acontecida en Libia, los inmigrantes, el alto costo de los combustibles… Todo se preguntó ayer a la noche a ambos candidatos. Obama y Romney exponían y pedían a la coordinadora del debate -la periodista Candy Crowley de la CNN-, más tiempo para extenderse en sus respuestas.
Hasta hubo momentos donde uno muy cerca del otro, Obama y Romney se tildaron de decir falsedades. "Creí que se iban a pelear a puños" dijo Crowley finalizado el encuentro en un análisis post debate que ofrecía la CNN.
(*) Especial para Perfil.com.