Agentes del FBI y la DEA frustraron un atentado terrorista al detener a un hombre que planeaba asesinar al embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, informó el gobierno norteamericano.
El iraní americano Manssor Arbabsiar, de 56 años, planeaba asesinar al embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, Adel Al-Jubeir, con una bomba. Según dijeron fuentes oficiales a la cadena estadounidense ABC, el terrorista también tramaba atentados contra las embajadas de Israel y Arabia Saudita en Buenos Aires.
El fiscal general estadounidense Eric Holder aseguró a la prensa que el plan fue "tramado, financiado y dirigido" por una facción del gobierno de Irán, lo que constituye una violación del derecho internacional, y sostuvo que el compromiso de responsabilizar a ese país por sus actos.
El presunto terrorista fue descubierto por la DEA cuando se acercó al cartel narco de Los Zetas para pedir ayuda en el atentado, e incluso negoció la suma de un millón y medio de dólares por el homicidio. Según los oficiales estadounidenses, Arbabsiar dijo estar "dirigido por altos oficiales del gobierno iraní", vinculados a la Guardia Revolucionaria de ese país.
Un representante iraní en Washington dijo a ABC que la historia es "falsa" pero no aportó mayores datos, y el gobierno de Irán emitió un comunicado desmintiendo cualquier vínculo con el presunto atentado, según la cadena AFP. Por su parte, el vocero de la embajada de Arabia Saudita en Estados Unidos aseguró que no estaban al tanto de ningún intento de atentado.
En Argentina. Nuestro país mantiene una relación tirante con Irán desde que se lo vincula con los atentados de la embajada de Israel, en 1992, y de la AMIA, en 1994. En marzo pasado, surgieron versiones de un presunto pacto entre ambos gobiernos para olvidar el tema, que fue desmentido por el kirchnerismo. Argentina sigue reclamando ante la ONU por el esclarecimiento del crimen, a pesar de sectores del oficialismo mantienen una buena relación con Moshen Rabbani, presunto autor intelectual.