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Washington quiere que el presidente sirio, Bashar al-Assad, deje el poder, aunque concede que pueda hacerlo más adelante, en una fecha a negociar, y está preocupado por el apoyo militar que Rusia le está brindando.
“Desde hace un año y medio venimos diciendo que Assad se tiene que ir, pero no tiene que ser tal día o tal mes”, dijo ayer el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
Para Kerry, la ola migratoria incesante de sirios que llega diariamente a Europa demuestra que “el pueblo sirio ya se ha manifestado” sobre la salida de Assad.
“Todas las partes tienen que juntarse y llegar a un acuerdo sobre el modo en que esto se puede concretar”, agregó.
“Necesitamos lanzar la negociación. Esperamos que Rusia, Irán y otros países con influencia ayuden a lograrlo”, puntualizó.
“Estamos preparados para negociar. ¿Assad está preparado para negociar, negociar de verdad? ¿Rusia está preparada para traerlo a la mesa de negociaciones y de verdad encontrar una solución para esta violencia?”, preguntó.
Según Kerry, “por ahora, Assad se ha negado a llevar a cabo conversaciones serias y Rusia se ha negado a traerlo a la mesa para ello”.
Kerry dijo esperar que pueda haber negociaciones entre militares muy pronto con Rusia sobre el tema de la guerra en Siria.
“Nuestro principal objetivo sigue siendo destruir a Estado Islámico, pero también un acuerdo político en Siria”, agregó.
El jueves, la Casa Blanca había indicado que Estados Unidos estaba abierto a “discusiones tácticas y prácticas” con Rusia sobre Siria, sin precisar si tendrían un carácter civil o militar, ni a qué nivel se desarrollarían.
Preocupación. Kerry, que visitó Londres, dijo ayer también que Estados Unidos está inquieto por el envío de aeronaves tácticas de Rusia a Siria, Esos aviones, sostuvo, podrían representar una amenaza para las fuerzas estadounidenses y sus aliados involucrados en el conflicto sirio.
Funcionarios de Washington dicen que Rusia envió un pequeño número de aviones de combate a Siria el viernes, horas después que el secretario de Defensa norteamericano, Ash Carter, hablara con el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, en los primeros contactos militares entre los dos países en mucho tiempo.
“Claramente, la presencia de aviones con capacidad de combate aéreo... y misiles antiaéreos genera interrogantes graves”, dijo Kerry, tras reunirse con el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Philip Hammond.
Los rusos han desplegado al menos uno de esos sistemas, de acuerdo con un funcionario estadounidense que habló a condición de preservar el anonimato por no estar autorizado a hablar públicamente de asuntos militares.
Rusia ha entregado apoyo vital a Bashar al-Assad, que enfrenta desde 2011 una revuelta popular que derivó en una guerra civil en la que han muerto más de 240 mil personas y que ha obligado a 4 millones de personas a huir de sus hogares.