Washington - En momentos en que en Naciones Unidas se decide
sobre la posibilidad de tomar medidas contra Irán para que revea el desarrollo de su programa
nuclear y misilístico, en Estados Unidos y Gran Bretaña ya tienen decidido meter otro tipo de
presión al gobierno de
Mahmoud Ahmadinejad: el
reforzamiento de la flota que poseen en el Golfo Pérsico, frente a las costas del
país musulmán.
"Se espera que esta semana el secretario de Defensa
Robert M. Gates apruebe el envío de un segundo portaaviones
pedido por comandantes y sus barcos de apoyo, para que sean colocados a una distancia de navegación
rápida de Irán", publicó el periódico estadounidense
The New York Times citando a oficiales cuyas identidades se mantuvo en reserva.
Si bien señalaron que el envío no es parte de preparaciones para una ofensiva sobre
territorio iraní, las fuentes admitieron que “saben que la capacidad de atacar a Irán se
incrementará y que el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad podría considerar provocativo el refuerzo de
la presencia norteamericana en la región”.
En tanto, también según el
Times la marina británica "planea agregar dos buques barreminas a su flota, la que ya
forma parte de la coalición internacional que patrulla las aguas en el Golfo".
Este jueves, el presidente Ahmadinejad manifestó que nada impedirá a su país seguir adelante
con su programa nuclear. "Estados Unidos y los europeos saben bien que no pueden hacer nada contra
Irán, y su presión no hará retroceder nuestro deseo de alcanzar un uso total de la tecnología
nuclear para usos pacíficos”, amenazó, para luego aclarar que “si piensan que la
energía nuclear pertenece sólo a un grupo del pueblo iraní, están equivocados”.
Ahmadinejad reafirmó asimismo su predicción de que Irán sera capaz de tener una
“celebración nuclear” el 11 de febrero, cuando se cumpla el 28o aniversario de la
revolución islámica producida en el país.