Dicen que Amancio Ortega, el empresario gallego que el viernes pasado se convirtió por unas horas en el hombre con más dinero del mundo, sigue almorzando todos los días en el comedor para empleados de la casa matriz de Inditex, su imperio textil en el corazón de La Coruña. Al compartir menú y mesa con los hilanderos, las costureras y los tintoreros de la fábrica, Ortega disimula por un rato su pertenencia a una casta global tan selecta como reveladora de un sistema ante todo desigual: la del 1% de la población mundial más rico del planeta.
Los medios españoles se regodearon ayer con la noticia de que el creador de la cadena de ropa Zara había superado por un rato a Bill Gates en el ranking de multimillonarios de la revista Forbes: a mediodía del viernes, la cotización de las acciones de Inditex infló como nunca antes la fortuna de Ortega, hoy estimada en 79.800 millones de dólares. Pero la “buena racha” del gallego debe ser puesta en contexto: en 2015, por primera vez en la historia, el 1% más rico de la población mundial alcanzó a tener la misma cantidad de dinero (líquido o invertido) que el 99% restante. Así lo revela la última edición anual del Informe sobre Riqueza Global del banco suizo Credit Suisse, uno de los más prestigiosos en el rubro y elaborado con datos de patrimonio de 4.800 millones de personas en más de 200 países. En otras palabras: ese 1% –aquellos que poseen más de 760 mil dólares– tiene en sus manos la mitad de las riquezas globales. Y el zoom puede ampliarse todavía más: el 0,7% de la población mundial acapara el 45,2% de la riqueza total.
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Peor que antes. La conclusión del informe es categórica: tras la crisis mundial de 2008, la brecha de inequidad se amplió hasta niveles inéditos. Los ricos son más ricos, y los pobres son más pobres. ¿Las razones? Credit Suisse destaca, entre otras, la recuperación de los mercados financieros: los repuntes en las bolsas redundan en beneficios para los millonarios, y no para las grandes mayorías. No para los hilanderos, las costureras y los tintoreros, sino para los Amancio Ortega.
