El presidente Mauricio Macri partió el jueves rumbo a Roma en el marco de una intensa gira marcada por reuniones con parte del cuerpo diplomático argentino, un encuentro con el Papa Francisco y la canonización del cura Brochero. Como es costumbre cada vez que viaja a Roma, el jefe de Estado se alojó junto a su familia en el selecto hotel De Russie.
Ayer, el mandatario paseó por las calles romanas, junto a su esposa, Juliana Awada, y la hija de ambos, Antonia Macri. A diferencia de otros viajes oficiales, esta vez se sumaron a la delegación la hija mayor de Awada, Valentina, y Agustina Macri, la hija mayor del Presidente, fruto de su matrimonio con Ivonne Bordeu. Más tarde, se reunió con el arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Mario Poli.
Antonia lo hizo. Hoy, la agenda fue signada por la audiencia programada con el Papa Francisco. Luego de la primera reunión oficial que mantuvieran a principios de año, la expectativa por el reencuentro -y los gestos papales hacia el Presidente- arrojó un saldo positivo: la foto del matrimonio Macri-Awada, junto a sus hijas, y Antonia tomando de la mano al líder de la Iglesia Católica alivió los roces y rumores de los últimos meses en torno a la mala relación entre una parte de Gobierno con El Vaticano.
Tras la audiencia, el mandatario contó a los medios que con Francisco tuvieron "una larga charla sobre lo que pasa en la Argentina y en el mundo" que se alargó por casi 60 minutos en el Aula Paulo VI del Vaticano. Sobre el Pontífice resaltó que "siempre ha sido un líder moral".
Macri llegó a las 10.18 hora local (5.18 de Argentina) y pocos minutos más tarde fue recibido por el Smpo Pontífice. El Presidente contó que hablaron sobre el Plan Belgrano y los indicadores de pobreza. Más específicamente, detalló que le llevó "los planos de las obras que estamos realizando en el país, y Francisco se reveló como un arquitecto ya que preguntaba con precisión sobre los detalles de obras como la Hidrovía y el Plan Belgrano".
En referencia a la pobreza en el país, indicó que es "una verdad compartida, aceptada ahora con los números del Indec", una realidad que "nos convoca a una tarea enorme en la que no tenemos que perder un segundo". "Le pedí que me haga un comentario final y me dijo: 'Fuerza y para adelante'", reveló Macri.
Como obsequio, el Presidente le entregó una escultura realizada por el artista plástico argentino Alejandro Marmo, quien es autor de una muestra que está expuesta en los Museos Vaticanos.
Sin embargo, quien se llevó toda la atención fue la pequeña Antonia, con un hilarante diálogo que habría mantenido con Francisco. Según contó el jefe de Estado, la nenale preguntó: "¿Usted tiene papás? ¿Duerme con la misma ropa? ¿Qué come?". El líder religioso no dudó en contestarle a Antonia: "Mis papás están en el cielo, duermo como pijama y como lo mismo que vos".
La diplomacia tuvo un espacio aparte en la agenda del día. Junto a la ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, Macri encabezó -de vuelta en Roma- una reunión con los embajadores argentinos acreditados en Europa y ante organismos internacionales. Inversiones y mayores vínculos comerciales fueron dos de los ejes de la charla.
Esta noche, el matrimonio presidencial cenará con el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
Santo argentino. Mañana, el Presidente volverá al Vaticano para participar de la ceremonia de canonización del sacerdote argentino José Gabriel Brochero, más conocido como Cura Brochero, que se convertirá en el primer santo nacido y muerto en el país. Se espera que vuelva a Argentina el lunes a las 6.40, en un vuelo proveniente del aeropuerto romano de Fiumicino.