INTERNACIONAL
dificultosa unidad opositora

El antichavismo se esfuerza para cerrar su propia grieta

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Figuras. Tintori y Capriles buscan cerrar diferencias históricas. | AP
Para la oposición venezolana, dar una imagen de unidad en momentos aciagos es tan crucial como para desmentir al mismísimo Papa. Eso fue lo que ocurrió hace dos semanas, cuando Francisco afirmó en un encuentro con la prensa que la oposición en Venezuela “está dividida” y que parte de ella no quiere una nueva instancia de diálogo con el gobierno facilitada por el Vaticano. El antichavismo le respondió con munición gruesa: la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) publicó al día siguiente una carta en la que afirmó que la coalición opositora está “más unida que nunca”.

El ex candidato presidencial Henrique Capriles Radonski, gobernador del estado de Miranda, fue todavía más allá: “El Papa también es un ser humano y los seres humanos, todos, nos podemos equivocar”. Los líderes de las distintas facciones opositoras saben que cerrar su propia “grieta” –o, al menos, dar esa impresión– resulta vital en un momento en el que Maduro busca avanzar con una asamblea constituyente que es vista como un nuevo intento del oficialismo para mantenerse en el poder por vía no electoral.
“Para nosotros, la unidad no es una cuestión coyuntural o táctica: es un valor estratégico –dijo a PERFIL el diputado venezolano Luis Florido, miembro de Voluntad Popular, el partido liderado por el dirigente preso Leopoldo López y su esposa Lilian Tintori–. Respetamos mucho al Papa, pero en este caso él tenía información desactualizada de octubre o noviembre, cuando algunos miembros de la MUD aceptaron ir a la mesa de diálogo y otros no. Hoy ya todos tenemos bien claro que el gobierno sólo quería lavarse la cara con ese supuesto diálogo”.

Los integrantes de la MUD dicen haber alcanzado un consenso en una serie de puntos básicos, entre los que sobresale la exigencia de un llamado anticipado e inmediato a elecciones presidenciales. Y prometen firmar en los próximos días un compromiso para lo que ellos denominan como una “transición democrática” en Venezuela. Ese programa incluiría un acuerdo para ir a los eventuales comicios con una única candidatura presidencial opositora.

Sin embargo, Voluntad Popular y la fuerza Primero Justicia de Capriles –dos de los tres principales polos de poder dentro de la MUD, junto al tradicional partido Acción Democrática– hicieron públicas sus profundas diferencias en el pasado cercano. Hace un par de años, Primero Justicia apostaba a que Maduro se fuera por vía electoral en 2019. Capriles incluso estuvo dispuesto al diálogo con ciertos sectores del chavismo. Del otro lado, Voluntad Popular apoyó en 2014 la estrategia bautizada como La Salida, que pretendía expulsar al mandatario por vía de la acción directa en las calles, y por la que fue encarcelado López. La deriva de la crisis política cambió la ecuación: hoy los junta el espanto.n