Mientras el departamento del Sheriff del condado de Pima en la localidad de Tucson- Arizona difundía el lunes la foto tomada en la prisión de Jared Loughner, el joven de 22 años que disparara su pistola semiautomática matando a seis personas e hiriendo a otras 14 -incluyendo a la diputada nacional Gabrielle Giffords-, el detenido era trasladado con altísima seguridad a las Cortes de la ciudad de Phoenix, en el mismo Estado de Arizona, para presentarse ante un juez federal.
Sucede que la corte federal de la ciudad de Tucson -donde se produjo la masacre el día Sábado- se recusó a si misma ya que el principal Juez de dicha Corte, John Roll, fue una de las víctimas que cayó muerto en el lamentable incidente.
El acusado ingresó a la sala de audiencias afeitado totalmente, con un ojo algo morado, y con un corte leve en la sien derecha, según relatan testigos, ya que las fotografías en la Sala están prohibidas.
Esposado y vestido con traje de prisión de color beige, Loughner se sentó en el banquillo mientras miraba seriamente de a ratos a una sala repleta de público y periodistas.
El Juez Lawrence Anderson le preguntó al acusado si entendía que podía quedar preso de por vida ó inclusive ser condenado a la pena de muerte por haber asesinado a un Juez Federal. “Sí” contestó Loughner, mientras era cuidado de cerca por un guardia (un marshal en el sistema norteamericano).
El magistrado federal de Phoenix por razones de “seguridad pública” determinó que el joven quede encarcelado sin ningún derecho a fianza. Loughner puede recibir penas que van desde los 20 años
por cada persona que intentó asesinar hasta la pena capital por haber asesinado a sangre fría a varios de los presentes en dicho acto público. Casualmente su abogado defensor es el mismo que defendió a Tim Mc Veigh, el terrorista norteamericano que voló el edificio federal de Oklahoma.
Ahora la Fiscalía Federal tiene 30 días para presentar evidencias a la Corte a efectos de iniciar el juicio y convocar a un jurado. Si hay evidencia suficiente Loughner será convocado nuevamente y deberá declararse inocente o culpable. Allí se le iniciará el proceso correspondiente de acuerdo a su respuesta y se determinarán los cargos. El juicio puede durar varios meses, mientras las partes presenten testigos y todas las pruebas del caso.
(*) especial para Perfil.com