El hombre de 32 años que ayer baleó a sangre fría a cinco niñas en una escuela rural de la comunidad religiosa amish, en Pensilvania, le había confesado a su esposa que 20 años abusó sexualmente a niñas de tres y cuatro años.
Así lo indicó el comandante de la policía de Pensilvania, Jeffrey Miller, durante una conferencia de prensa quien reveló que " las niñas abusadas pertenecían a la misma familia del tirador Charles Roberts".
Miller sostuvo que, según la esposa de Roberts, antes de la masacre el marido le confió que "había vuelto a tener sueños en los que abusaba de menores de edad".
"Él estaba enojado con Dios por la muerte de una hija que nació prematuramente", reveló la mujer.
Antes de irrumpir en la escuela donde ultimó a las menores, el asesino llamó a su esposa para avisarle que no regresaría a su casa y confesarle sus violaciones anteriores, 20 años atrás.
La niña "falleció esta mañana inmediatamente después de que se la desconectara de los sistemas artificiales de animación", explicó Sean Young, vocero del hospital Penn State Hershey, en Hershey.
"Creo que tenía una herida de bala en la cabeza", agregó, según informó la agencia de noticias AFP.
En tanto la cuarta víctima –que se suma a las tres niñas que murieron en el acto – falleció en la madrugada en el Hospital Christiana de Delaware, según la vocera de la Policía estatal, Linette Quinn.
Las niñas asesinadas fueron identificadas como Naomi Rose Eversole, de 7 años, Anna Mae Stoltzfus, de 12, Marian Fisher, de 13, Mary Liz Miller, de 8, y su hermana Lina Miller, de 7.
En tanto, otras tres pequeñas, de 8, 10 y 12 años, fueron operadas por heridas de bala, y estaban en condición crítica mientras que dos sobrevivientes, de 6 y 13 años, también estaban graves.
El atacante, un camionero de 32 años -que no era amish y estaba impulsado aparentemente por un afán vengativo- paró en la tarde de ayer a sus víctimas contra el pizarrón y les disparó, una a una. Después se mató, según la versión policial.
El hombre, fuertemente armado, tomó la escuela amish dejando ir a adultos y a los estudiantes varones para luego poner a 11 niñas contra el pizarrón y dispararles con una pistola automática "al estilo de una ejecución", dijo la policía.
Se trata del tercer caso de asesinatos en centros de estudio estadounidenses en una semana.
El agresor, Charles Roberts, era un repartidor de leche, de 32 años y padre de tres hijos. Roberts ingresó por la mañana a la escuela Nickel Mines, 55 kilómetros al oeste de la ciudad de Filadelfia, donde había una treintena de niños de entre 6 y 13 años, de ellos 15 varones y 12 mujeres.
Menonitas. Las imágenes de televisión mostraban a miembros de la comunidad amish, una secta rural pacifista, caminando por la zona aparentemente en estado de shock.
Los amish son un grupo religioso presente en más de 20 estados estadounidenses. Rechazan la tecnología y defienden el aislamiento del mundo moderno.
Además son una comunidad religiosa protestante descendiente de inmigrantes suizos, cuentan con unos 200.000 miembros en una veintena de estados en Estados Unidos y la mayoría reside en Pensilvania (este).
La comunidad se hizo famosa después del estreno de la película "Witness" (Testigo en peligro), de 1985, que dirigió Peter Weir y protagonizó Harrison Ford.
Violencia escolar. En el otro extremo del país, dos escuelas de Las Vegas, en Nevada fueron rodeadas por la policía este luego de que se recibieran informes de que había un hombre armado en las cercanías, indicaron medios locales.
La semana pasada, una adolescente de 16 años murió cuando un hombre armado tomó a seis rehenes en una escuela secundaria de Colorado y las violó, antes de abrir fuego y suicidarse.
El viernes, el director de una escuela secundaria de Wisconsin (norte) murió tras recibir disparos de un estudiante.