Apple, Alphabet (Google), Microsoft y Amazon son las empresas con mayor capitalización de mercado del mundo. Facebook, en tanto, ocupa el sexto lugar, solo superada por Berkshire Hathaway, del magnate Warren Buffet. Pero ese ranking podría sufrir alteraciones tras el escándalo político desatado por la consultora Cambridge Analytica. Los gigantes “tech” temen recibir un duro revés en Estados Unidos y Europa, donde se alzaron voces que reclaman una mayor regulación del mercado de datos, para evitar nuevas fugas de información de los usuarios, y exigen la aplicación de regulaciones antimonopólicas para evitar abusos de poder.
Cada una de las empresas de tecnología dominan un área particular de su industria: Google tiene una participación en el mercado del 88% en publicidad de búsqueda; Facebook (y sus subsidiarias Instagram, WhatsApp y Messenger) controla el 77% del tránsito social móvil; y Amazon ostenta una participación del 74% en el mercado del libro electrónico. “En términos económicos clásicos, las tres son monopolios”, escribió en The New York Times Jonathan Taplin, Director emérito del Annenberg Innovation Lab de la Universidad de Southern California.
Ese diagnóstico, sin embargo, no es compartido unánimemente. Las tecnológicas enfrentan dos escenarios distintos en Estados Unidos y Europa. En su país, la Comisión Federal de Comercio inició una investigación sobre la brecha de seguridad de Facebook, pero aún no hubo una reacción pública de las autoridades. En Bruselas, en cambio, Mark Zuckerberg fue citado a declarar por los Parlamentos europeo y británico, mientras que la canciller alemana Angela Merkel reivindicó “la soberanía de la persona sobre sus datos”.
Antecedente. En 1998, el gobierno federal de Estados Unidos, 19 Estados y el Distrito de Columbia demandaron a Microsoft por prácticas monopólicas. Tras seis años de litigio, en los que se llegó a plantear la división de la empresa, el acuerdo final con el Departamento de Justicia estableció que Microsoft daría acceso a terceros a sus sistemas para permitir una mejor competencia en el desarrollo de navegadores y otras aplicaciones. Además, pagó 3.871 millones de dólares en acuerdos extrajudiciales con otras empresas tecnológicas. John Lopatka, profesor de la Universidad de Pennsylvania y coautor del libro El caso Microsoft: Antitrust, Alta Tecnología y Bienestar del Consumidor, cree que es probable que el Congreso discuta leyes para proteger la privacidad de los usuarios, pero no que se apliquen regulaciones antimonopólicas contra esas compañías. “Las dependencias gubernamentales están constreñidas a plantear casos solo cuando tienen razones para creer que una firma violó las leyes antimonopólicas estadounidenses. Ellas son grandes compañías, dominantes en algunos mercados, pero no violan las regulaciones por ser solo grandes. En general, rompen las normas cuando conquistan un poder monopólico a través de conductas anticompetitivas y excluyentes”, afirmó a PERFIL.
La Unión Europea, en cambio, tiene un rol más activo a la hora de proteger los datos personales y evitar la conformación de monopolios. “El caso Facebook / Cambridge Analytica servirá de detonante para acometer un endurecimiento significativo de las normas de protección de datos personales, limitándose en el futuro el uso de esos datos en el marco de procesos electorales”, explicó José Antonio de la Calle, abogado especialista en Derecho de la UE y de la Competencia.
El diario The Guardian resumió en su editorial la reacción que generó el caso Facebook: “Una nueva era necesita nuevas reglas” n