INTERNACIONAL
Elecciones en Brasil

El debate es última ficha de la oposición para achicar distancias

Será esta noche en un canal privado. El principal contrincante de Lula, Geraldo Alckmin, buscará explotar ante las cámaras el llamado escándalo del dossier. Ayer, el funcionario Expedito Veloso fue destituído por su posible participación en el hecho.

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El mal recuerdo de un debate televisivo, en 1989, cuando Luiz Inácio Lula da Silva se candidateaba por primera vez a la presidencia de ese país y perdió ante Fernando Collor de Mello más el escándalo del dossier revelado por la oposición en los últimos días parecen ser los fantasmas que mantienen al presidente en duda sobre su posible participación en el debate que hoy llevarán a cabo los principales candidatos en miras a los comicios del domingo.

El debate, donde la oposición se juega su última carta para achicar la ventaja del mantario, esta previsto para esta noche por una emisora de televisión privada en Río de Janeiro, el mismo día que Lula cierra su campaña con una gran concentración.

Lula se negó a asistir a los otros dos debates televisivos que ocurrieron en las últimas cuatro semanas. Según señalaron sus asesores, el candidato está tan al frente en las encuestas electorales que el debate es innecesario ya que el electorado ya habría tomado su decisión.

Sin embargo la principal razón sería el temor de que Lula cometa algún desliz imposible de ser reparado, en medio del llamado escándalo del dossier, cuando sólo faltan dos días para los comicios.

Ayer, el director de Gestión de Riesgo del Banco de Brasil, Expedito Veloso, fue destituído de su cargo a raíz de su posible participación en la negociación de un
las carpetas con acusaciones contra el candidato socialdemócrata al gobierno de San Pablo, José Serra.

Mientras, quienes sí confirmaron su presencia al debate y están dispuestos a confrontar directamente al mandatario si este se presentara son su principal rival, el socialdemócrata Geraldo Alckmin, en coalición con el derechista Partido Frente Liberal (PFL) y dos ex compañeros de partido: la senadora izquierdista Heloisa Helena, expulsada en 2003 de las filas del Partido de los Trabajadores (PT) por su oposición a la política económica, y Cristovam Buarque, otro senador que se marginó en 2005 desencantado con el gobierno y el partido.

Lo que tratarán de impedir es que Lula gane en primera vuelta, tal como pronostican las tres empresas encuestadotas que siguieron la campaña electoral desde su inicio.
Ayer, el mandatario dijo en declaraciones a un canal de tv: "Solo asistiría si me sintiera frío. Todo depende de lo que acuerde".