INTERNACIONAL
sin avances

El debate por la independencia catalana sigue en punto muerto

En sus trece. Mas y Rajoy, dos presidentes enfrentados.
| AFP

Desde Madrid
Atascado. Así se encuentra el debate de la soberanía catalana. Por un lado, Artur Mas, presidente del gobierno catalán, asegura que el 9 de noviembre se hará el referéndum que preguntará a los catalanes si quieren que Cataluña sea un Estado independiente. Y por otro, el presidente español, Mariano Rajoy, exige a Mas que renuncie a la consulta si quiere un diálogo con el gobierno central en torno al tema.
Mas está dispuesto a mantener su desafío, pese a que el Congreso español haya rechazado su iniciativa con el 86% de los votos.

“El largo silencio de Rajoy ante las posiciones independentistas de Mas y la falta de respuesta por parte del Gobierno es catastrófica; no se puede entender cómo se dejó que se llegara a este punto”,  explica a PERFIL  Manuel Milián Mestre, analista político y fundador del Partido Popular de España.

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¿Por qué? Mas, al igual que los economistas y políticos que ven al Estado catalán a través del prisma nacionalista, creen que  la economía mejoraría, se reduciría el déficit  y Cataluña sería más rica si se separara de España. Cataluña, junto a Madrid, Comunidad Valenciana y Baleares, son las provincias que más riqueza aportan al Estado español, que luego es redistribuida entre aquellas provincias que no producen los mismos recursos. Así, las regiones con mayor renta per cápita son las que menor cantidad de aportes reciben del Estado. El gobierno catalán cifra en 16 mil millones de euros el desajuste; otros analistas hablan de 5 mil millones. “No se sabe con exactitud por la falta de transparencia de las cuentas públicas”, dice Milián Mestre.
Cataluña, que representa el 18% del PBI español y el 15% de su población, exige mayor soberanía fiscal y política. Sin embargo, para el economista Mikel Buesa, de la Universidad Complutense de Madrid, el separatismo la empobrecería, dado que el 60% de lo que vende fuera de su territorio va al resto de España.

Pero entonces, ¿adónde conduce este debate sobre la consulta independentista que propone Artur Mas? Para Joaquim Coll, de Societat Civil Catalana, una organización que se opone al separatismo, “Mas hará una trampa: aprobar por decreto una ley de consultas, aunque sabe de antemano que no podrá realizar la consulta separatista el 9 de noviembre, porque es inconstitucional, y el gobierno español la recurrirá ante la Justicia”.

Sin embargo, éste no será un hecho menor, dado que Mas pasará a la historia como el primer presidente catalán que firmó un decreto para convocar a una consulta separatista.