En una nueva edición de la revista digital Dabiq, difundida por el Estado Islámico el miércoles, se utilizó la imagen del niño sirio Aylan Kurdi, quien murió ahogado en las costas de Turquía junto con otros migrantes. En este caso, la publicación adaptó su discurso con la foto del menor y advirtió sobre: "El peligro de abandonar Darul-Islam [las tierras islámicas]".
El artículo muestra además una foto de migrantes sirios en un camión frigorífico. De este modo, el grupo jihadista intenta convencer que las muertes por la crisis migratoria es responsabilidad de aquellos musulmanes que deciden irse del "califato" que impusieron en Siria e Irak.
"Tristemente, algunos sirios y libios están dispuestos a arriesgar las vidas y almas de aquellos de los que son responsables de criar bajo la sharia [ley islámica] -sus hijos- sacrificando a muchos de ellos durante el peligroso viaje a las tierras de los belicosos cruzados gobernados por las leyes del ateísmo y la indecencia", manifiestan en un fragmento del texto.
El Estado Islámico sostiene que aquellos que deciden emigrar voluntariamente a territorios no islámicos cometen "un pecado mayor" dado que entre otras cosas, constituye "la puerta para que los hijos y nietos de uno abandonen el islam por el cristianismo, el ateísmo o el liberalismo".
"Si los hijos y nietos de uno no caen en el kufr [la negación], están bajo la constante amenaza de la fornicación, la sodomía, las drogas y el alcohol. Si no caen en el pecado, olvidarán la lengua del Corán, el árabe, con el que estaban rodeados en Sham [Siria], Irak, Libia y otras partes, haciendo el regreso a la religión y a sus enseñanzas más difícil", señalan.
Para la agrupación, migrar a los países no musulmanes puede llegar a ser "apostasía si eso implica, por ejemplo, mudarse voluntariamente a una tierra donde la persona va a ser forzada a la kufr, ya que la excusa de la coerción no es válida cuando el individuo se entra a sí mismo a esa condición".