Uno de los nueve candidatos que aspiran a suceder a Nicolas Sarkozy nació en Buenos Aires el 20 de agosto de 1941, Jacques Cheminade. Si existiera un milagro, el próximo presidente de Francia podría ser un excéntrico argentino. A los 70 años, es la segunda vez que compite por llegar al Palacio del Elíseo. En 1995 logró sólo 0,28% de los votos. Pero el fracaso no logró desalentarlo.
Ahora, los sondeos le atribuyen poco más del 0,50% de las intenciones de voto. Pero lo más asombroso reside en la ola de sospechas, preguntas, acusaciones y denuncias que suscita su oscura personalidad. Los otros candidatos lo ignoran y la prensa lo acusa de "conspiracionista", "paranoico"y "desequilibrado".
"Soy el candidato más denostado de esta elección", reconoció al Diario PERFIL. "Guardo muchos recuerdos y algunos buenos amigos de la Argentina, nunca desapareció de mi corazón", agregó el político que nació en Buenos Aires luego de que su padre, un empresario, se radicara en América.
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