Sólo debieron pasar tres horas luego del anuncio de la muerte de Osama Bin Laden, para que floreciera el merchandising sobreel suceso. En la madrugada del lunes ya estaba a la venta la camiseta oficial del deceso del hombre más buscado del planeta.
En las calles estadounidenses se pueden adquirir: stickers, gorras, tazas, bolsos, y toda clase de productos promocionales que comenzaron a circular además en Internet. Naturalmente, los vendedores ambulantes aprovecharon los festejos frente a la Casa Blanca para vender, como era de esperar, banderas estadounidenses y pins de tinte patriótico.
Con el logo de "Obama got Osama", se podían comprar tazas a 15 dólares, remeritas para bebé a 14.50 y hasta tangas por 12. Otros productos incluían un skate o patineta con el rostro del líder de Al Qaeda a 59,95 que decía "dead", delantales de cocina y ropa para mascotas.
El consumo de bebidas alcohólicas tampoco fue ajeno a los festejos: rápidamente se anunciaron descuentos y "happy hours" de varias horas en los bares de Washington, donde suelen congregarse políticos, burócratas y empleados del gobierno federal.
Por último, las vuvuzelas que fueron guardadas tras la finalización del Mundial de Sudáfrica, fueron recicladas rápidamente y, junto a banderas y silbatos se vendían a los transeuntes que participaban de las celebraciones callejeras.