La Paz - En Bolivia, tras una jornada convulsionada por la convocatoria a una huelga en protesta contra la aprobación de la reforma agraria impulsada por el gobierno de Evo Morales, la oposición política empresarial del Comité Pro Santa Cruz (CPSCZ) evaluó que el paro fue "exitoso", mientras que el oficialismo minimizó el impacto del reclamo, al cual denominó como "violento".
German Antelo -presidente del CPSCZ- señaló que el paro de resistencia contra el primer mandatario boliviano fue "contundente" aunque "pacífico", mirada que no tuvo la ministra de Gobierno, Alicia Muñóz, quien manifestó, según la agencia AFP, que en el departamento de Santa Cruz "se estaría obligando -a los trabajadores- para paralizar las actividades".
Crónica de una protesta. Cinco regiones bolivianas fueron las que iniciaron de forma parcial el paro de protesta contra la reformas agraria del presidente Evo Morales, quien no cede en su decisión de que la Asamblea Constituyente funcione por mayoría simple.
Por la mañana se produjeron en Santa Cruz de la Sierra amenazas de ataques con palos y piedras a comercios y vehículos por parte de jóvenes pertenecientes a la elitista Unión Juvenil Cruceñista, grupo de choque de ultraderecha de organizaciones civiles. De todas formas, el paro en el centro urbano de Santa Cruz fue total aunque la actividad tendía a la normalidad en los barrios más populares, según imágenes de televisión y reportes de radio. La huelga cívica fue convocada por Santa Cruz -la región más rica en el oriente del país-, Beni, Pando, Tarija y Cochabamba.
Unos cien jóvenes de la élite de Tarija, leal al comité cívico, efectuaron patrullajes en el centro de la ciudad y recomendaron públicamente al transporte público "retirar sus vehículos para evitar pinchaduras de llantas", según reportes de radio. Las actividades en otras regiones como Beni y Pando, según la oposición, tendieron a paralizarse, mientras en Cochabamba las labores transcurrían con normalidad.
El Gobierno llamó entretanto a las organizaciones civiles a deponer sus protestas y denunció que "los movimientos cívicos responden a intereses políticos y partidarios", según el vocero presidencial, Alex Contreras.
En el marco de las protestas, una huelga de hambre iniciada por un partido de centroderecha y alentada por la derechista Podemos sumaba hasta la noche del jueves a 450 personas, según reportes de esas organizaciones.
Por su parte, un centenar de indígenas comenzó una vigilia en Sucre para respaldar a la Asamblea Constituyente que debe redactar antes agosto de 2007 una nueva Carta Magna.
Por otra lado, representantes religiosos del Vaticano convocaron a un diálogo a través del nuncio Ivo Escapolo, quien dijo que es un "deber moral buscar soluciones a través de la concertación, respetando los drechos fundamentales y evitando la violencia".
Es por este motivo que, a pesar del paro, existe la posibilidad de que el domingo se encuentre el gobierno con dirigentes cívicos de las 9 regiones del país altiplano, en un intento por enfriar la difícil situación política. La agenda del eventual encuentro consideraría la revisión del mecanismo de aprobación de una nueva Constitución por consenso y el congelamiento de la propuesta gubernamental para remover a prefectos -gobernadores- mediante censuras en el Parlamento, aunque por medio de uno de sus más prominentes constituyentes, Robero Aguilar, el MAS gobernante dijo que no negociará su mayoría en la Asamblea.