Para el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, el informe de inteligencia de los Estados Unidos según el cual Teherán no tiene un programa nuclear militar, no fue más que “el último golpe” a sus críticos y “la victoria de la nación iraní contra todas las potencias del mundo”. No obstante lo cual, su par norteamericano George W. Bush reiteró que Irán debe aclarar sus planes atómicos.
Rusia, por su parte, sugirió que el informe norteamericano, que contradijo de plano las tesis acusatorias que los "halcones" de la Casa Blanca mantienen desde hace años sobre que Irán busca la bomba atómica secretamente, socavaba la iniciativa de Washington de lograr que la ONU imponga nuevas sanciones a Irán.
Elaborado por las 16 agencias de inteligencia del país y difundido el lunes, el Informe Nacional de Inteligencia (NIE, por sus siglas en Inglés) afirmó que Irán sí tuvo un programa para desarrollar armas nucleares, pero que lo abandonó en 2003 debido a las presiones internacionales, lideradas por Estados Unidos.
"No hicieron más que anunciar la victoria de la nación iraní contra todas las potencias del mundo. Fue el último golpe a aquellos que con falsos pretextos crearon por algunos años una atmósfera de amenazas, tensiones y preocupaciones", dijo Ahmadinejad, citado por la agencia de noticias iraní IRNA.
Pero Bush no cedió ni un milímetro en sus posiciones y volvió a presentar hoy el documento como un triunfo de la línea dura hacia Irán seguida por su administración, pese a que el texto supuso un duro golpe a la política exterior de Washington hacia su archienemigo musulmán, según analistas.
En declaraciones en el estado de Nebraska, el presidente estadounidense conminó a Irán a dar detalles de aquel programa para fabricar bombas atómicas que abandonó en 2003 y dijo que debe aclarar el alcance de sus actividades nucleares o "continuar por la senda del aislamiento" internacional, según sus palabras.
El jefe de los inspectores nucleares de la ONU, Mohamed ElBaradei, dijo hoy en Brasil que el informe fue un "suspiro de alivio" porque sus conclusiones coinciden con los hallazgos de su Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
"Irán obviamente fue de alguna manera reivindicado al decirse que no ha estado trabajando en un programa de armas, al menos durante los últimos cuatro años", dijo el ElBaradei, director del OIEA, en declaraciones en Brasilia reproducidas por la cadena de noticias O Globo.
En gran parte para reaccionar a la nueva información sobre Irán, Bush convocó ayer una conferencia de prensa en la Casa Blanca, algo que no sucedía desde octubre, y dijo que Irán aún es un peligro para la paz mundial.
La ofensiva de Bush coincide con temores de la Casa Blanca de que el NIE frustre sus planes de recabar apoyo para mantener la presión sobre Teherán y lograr que el Consejo de Seguridad apruebe una tercera tanda de sanciones contra Irán si se mantiene en su negativa de detener sus actividades de enriquecimiento de uranio.
El sábado pasado, dos días antes de difundirse el NIE, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, reunidos en París, dieron señales de haber llegado a un borrador con una nueva resolución de sanciones contra Irán que podría circular el viernes próximo entre los seis países.
Pero el canciller de Rusia, uno de los miembros permanentes, con derecho a veto, dijo hoy que no había pruebas de que Irán hubiese tenido "jamás" un programa nuclear militar y sugirió que el NIE podría minar la intención de los Estados Unidos de que el consejo imponga nuevas sanciones contra Irán.
"Evaluaremos la situación respecto de una nueva resolución del Consejo de Seguridad tomando en cuenta todos estos hechos, incluyendo la confirmación estadounidense de que no tiene información sobre la existencia de un programa de armas nucleares en Irán", dijo el canciller ruso, Sergei Lavrov.
Rusia y China -otro miembro permanente del Consejo de Seguridad- aprobaron con renuencia las primeras dos tandas de sanciones contra Irán.
China declaró ayer que el informe del espionaje estadounidense obligaba a repensar la necesidad de nuevas sanciones.
El Reino Unido y Francia, los otros miembros con veto en el Consejo, se acercaron más a la posición de Washington, y pidieron mantener las presiones porque las ambiciones de Irán aún constituyen, según su visión, un problema grave.
Israel, que teme un ataque de Irán, dijo que sus servicios de inteligencia creen que Tehéran tiene intenciones de fabricar la bomba atómica.
Fuente: Télam