Desde Roma
“Existe el serio riesgo de que maten el Papa”, dijo esta semana Nicola Gratteri, reconocido juez antimafia italiana, lo que causó gran alarma en la opinión pública mundial. Ayer, el influyente abogado recibió a PERFIL para explicar las causas de su denuncia.
Tiene 55 años, y trabaja en los tribunales desde los 20. Ahora es fiscal en Reggio Calabria, en el extremo sur de Italia. “El Papa está desmontando muchos intereses, y por eso podrían tratar de eliminarlo. Francisco atenta contra los centros del poder económico del Vaticano, los poderes invisibles con corbata, la mafia financiera –advierte–. Eso es lo que está poniendo a mucha gente nerviosa por estos lugares”.
Según sus cálculos, el riesgo es más concreto. “Ahora que los antiguos capos de la mafia están muertos o aislados en la cárcel, el partido es muy complicado”, explica el magistrado.
—¿A cuál poder mafioso se refiere usted cuando habla del riesgo de muerte para el Papa?
—Me refiero a la ’Ndrangheta, la nueva mafia financiera, la que lava el dinero, negocio en el cual está preparadísima. Es la que tiene el poder ahora y tiene un gran interés en cortar el nuevo curso abierto por este papa.
El procurador puntualiza que no está dando una alarma porque tiene noticia de que se está preparando algo, sin embargo, considera, por lo que sabe, que “ciertamente el Papa está molestando mucho a la mafia del dinero, que es la más peligrosa que conocemos, y está molestando intereses fuertes no con palabras sino precisamente por la operación de limpieza que está llevando a cabo en las finanzas vaticanas”.
Gratteri muestra ser otro de los muchos italianos encantadísimos con el argentino. Sigue contando entusiasmado: “Jorge Bergoglio está haciendo contra las mafias cosas que nadie hizo antes. Juan Pablo II en el 1993 viajó en el Valle de los Templos de Agrigento, en Sicilia, condenó el crimen que mata y crea dolor y lutos e invitó los mafiosos a arrepentirse. Hablaba a los mafiosos viejo estilo, a los antiguos jefes con antiguos códigos. Este Papa hizo algo mucho más peligroso: puso mano al IOR, el Banco Vaticano fundado en 1942 para recoger fondos para obras de caridad, que ha estado en el centro de investigaciones para supuesto lavado de dinero sucio”.
Insiste Gratteri: “No sólo ha lanzado señales importantes, como usar el crucifijo de hierro y criticar el lujo. Ha dejado muy claro que la Iglesia tiene que volver a ser la Iglesia de los orígenes, y esto no gusta a todo el mundo. Piensan que es algo peligroso para un Papa decir: ¿por qué necesitamos un banco?”.
Hace poco el magistrado publicó, en un trabajo hecho con el periodista Antonio Nicaso, un libro titulado Agua bendita. Ahí expone los datos de una investigación sobre las conexiones entre la Iglesia y las mafias, la calabresa en particular. “Las mafias siempre vivieron de relaciones y la Iglesia no fue inmune de infiltraciones mafiosas, sobre todo en las parroquias –explica– la ’Ndrangheta se sirve de la Iglesia para tener consenso”.
Gratteri subraya también la importancia que tiene Argentina para la ’Ndrangheta. “Cuando vio que el gobierno de Colombia le estaba complicando mucho la exportación de cocaína para Europa –dice– la ’Ndrangheta empezó a cambiar sus rutas hacia el sur. Desde hace varios años nos resulta claro que la Argentina es uno de los nuevos puertos de salida de la coca a Europa. Junto con Brasil”.
Y revela el primer caso de tráfico desde Argentina que tuvieron: “Hace dos años encontramos en una investigación que hicimos desde Calabria que la droga estaba saliendo del Río de la Plata ocultada en los sillones de unas viejas camionetas Ford”.