En su primer discurso de 2011, el papa Benedicto XVI pidió a la comunidad internacional que "defienda a los cristianos contra los abusos" y las "intolerancias religiosas", tras el atentado contra una iglesia copta de Alejandría que causó 21 muertos y fue condenado con firmeza por líderes políticos y religiosos de todo el mundo.
Durante la misa del 1º de enero en la basílica de San Pedro en Roma, Benedicto XVI afirmó que se necesita "el compromiso concreto y constante de los responsables de las naciones" para proteger a los cristianos.
Frente a las "tensiones amenazadoras del momento, especialmente frente a las discriminaciones, a los abusos y las intolerancias religiosas que golpean hoy en día en forma particular a los cristianos, dirijo una vez más una invitación acuciante a no ceder al desaliento y a la resignación", declaró el Papa.
Se trata de una "misión difícil" para la cual "las palabras no bastan", insistió el sumo pontífice, pidiendo el compromiso de los responsables.
Por su lado, el presidente egipcio Hosni Moubarak condenó un "acto criminal odioso que apuntó contra la nación, coptos y musulmanes". En la misma sintonía, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, señaló que el atentado busca "perjudicar la seguridad de Egipto y su estabilidad".
Fuente: AFP.