Paradójicamente, uno de los Papas más ortodoxos de los últimos tiempos, Benedicto XVI, fue el primero en abrir la puerta a un cambio histórico en la concepción vaticana referente al uso del preservativo. Por primera vez, y según consta en un libro que se publicará este martes, un Sumo Pontífice católico avala el uso de los profilácticos frente a determinadas situaciones.
En 2009, el propio Benedicto había desatado la polémica cuando entonces se manifestó en contra del método anticonceptivo durante una gira por Africa, el continente más golpeado por el SIDA.
“¿La Iglesia Católica no está fundamentalmente contra la utilización de preservativos?”, le consultó el periodista alemán Peter Seewald en una larga entrevista convertida en libro bajo el título La luz del mundo. El Papa, la Iglesia y las señales del tiempo. “En ciertos casos, cuando la intención es reducir el riesgo de contaminación, puede ser un primer paso para abrir la vía a una sexualidad más humana, vivida de otro modo”, respondió el máximo jerarca de la Iglesia Católica, en un giro conceptual histórico para una institución que siempre se opuso al uso del condón y profesó la abstinencia.
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