INTERNACIONAL
documento final

El Papa salió fortalecido del sínodo, con un guiño a los divorciados

Francisco clausuró el encuentro, que autorizó evaluar “caso por caso” la comunión de los divorciados vueltos a casar. No a las uniones civiles gays.

Conclusiones. Los 270 padres sinodales optaron por delegar en las diócesis la decisión sobre los sacramentos a los divorciados. Triunfo de Francisco y los “pastoralistas”.
| AFP

El poder de Francisco salió fortalecido ayer del Sínodo de las Familias, cuando los 270 obispos que participaron del encuentro aprobaron con mayoría de dos tercios los 94 puntos de su documento final, en el que habilitaron juzgar caso por caso el acceso a los sacramentos de los divorciados vueltos a casar. En tres de estos casi cien párrafos se abordó la cuestión que más controversias generó en el Vaticano en las últimas semanas, al punto que fueron los que menos votos positivos cosecharon. Allí se explica que los “bautizados que se han divorciado y vuelto a casar deben ser más integrados en las comunidades cristianas en las distintas maneras posibles, pero evitando en cualquier caso dar escándalo”.
De esa forma, culminó una pulseada de poder entre las alas conservadora y reformista, con un documento de consenso en el que no hubo vencedores ni vencidos. Los grandes ganadores, en cambio, fueron los “pastoralistas”, aquellos arzobispos que, como Jorge Bergoglio en Buenos Aires, están al frente de arquidiócesis y desarrollan una tarea pastoral en el terreno. Quien, una vez más, perdió una porción de poder fue la tradicional curia romana, vinculada a la política vaticana y poderosa en los anteriores pontificados.

“Los grandes ganadores son los que tienen tareas pastorales. Y quien sale fortalecido es el Papa. Se fortalece su posición como el gran árbitro entre las partes”, confió a PERFIL Andrés Beltramo Alvares, periodista de Vatican Insider y autor del libro La reforma en marcha. En relación con la puja entre los conservadores y los reformistas, consideró que “Francisco no va a promover que un grupo se imponga al otro. El promueve la colegialidad y se da cuenta de que tiene que tener a todos en el mismo barco”.
La propuesta de estudiar caso por caso –figura conocida como “discernimiento”– la readmisión de los divorciados vueltos a casar en los sacramentos fue la solución de consenso que hallaron los padres sinodales para superar las divisiones. Según el arzobispo de Viena, cardenal Christoph Schoenborn –hijo de divorciados–, “la espera de una respuesta ‘sí o no’ es una falsa pregunta, porque las situaciones son totalmente diferentes”. Así, los pastores serán quienes tendrán en sus manos la llave para habilitar o no la comunión a los divorciados vueltos a casar.
En el cierre del sínodo, el religioso argentino destacó que buscaron abrazar la misericordia de Dios “sin caer” en el riesgo del “relativismo” o “en demonizar a los otros”. “El primer deber de la Iglesia no es distribuir condenas o anatemas, sino proclamar la misericordia de Dios, llamar a la conversión y conducir a todos los hombres a la salvación del señor”, afirmó.

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Homosexuales. El documento final del sínodo rechaza analogías entre “las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia”. Además, pide evitar  discriminaciones a los fieles homosexuales. “Cada persona, independientemente de su propia tendencia sexual, tiene que ser respetada en su dignidad, y acogida con respeto, con el cuidado de evitar cualquier marca de injusta discriminación”, reza el texto. Ante la exclusión de reformas doctrinales en ese sentido, Schoenborn admitió que “algunos quedarán desilusionados”: “El tema de la homosexualidad fue tocado bajo el aspecto de la familia: si tenemos la experiencia de un hermano, una hermana, un tío, una persona que es homosexual, cómo llevar adelante esta situación como cristiano”.

Pese a la resistencia del sector más conservador de la Iglesia, Francisco impulsó un nuevo enfoque pastoral que no modificó la doctrina. Su muñeca política, una vez más, halló la receta para superar las divergencias y contener a todos.

 

Enojo por rumores

agencias

Francisco “hizo bromas pero estaba muy disgustado por las noticias falsas” sobre su salud, declaró ayer el sustituto de la secretaría de Estado, monseñor Angelo Becciu, luego de una versión que indicaba que padecía un tumor benigno, desmentida por el Vaticano. “Era evidente desde el inicio que esos rumores no eran fundados”, agregó Becciu.
Al cerrar el sínodo, Francisco cuestionó la utilización de métodos “no del todo benévolos” durante las deliberaciones. “Las distintas opiniones que se han expresado libremente –y por desgracia a veces con métodos no del todo benévolos– han enriquecido y animado sin duda el diálogo”, dijo el Pontífice.