INTERNACIONAL

El papel del rey Juan Carlos en la sociedad y la política española

Los movilizados en España acudieron al monarca en busca de respuestas. La respuesta oficial. Galería de fotos.

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Este martes el movimiento de manifestantes españoles denominado "Democracia Real Ya" solicitó al rey Juan Carlos que tomara cartas en el asunto y anunció que realizarán el próximo domingo una marcha hasta el Palacio de la Zarzuela. Es para exigirle al monarca que ejerza su papel de mediador de la vida política española.

Los "Indignados" o "Acampados" son hoy cientos de miles, aún después de las elecciones del domingo 22. Protestan porque no se sienten representados por el Gobierno ni por los políticos, porque no hay transparencia democrática, por la corrupción, por el desempleo -que afecta a 5 millones de personas-, y por los salarios congelados. Pero fundamentalmente reclaman democracia participativa y directa, y muchos se animan a pedir, además, un referéndum para elegir entre la Monarquía o una República.

"Ya que se supone que el rey es el máximo representante de la democracia en España y es alguien apartidista, debe pronunciarse sobre todo esto", decía el comunicado de los manifestantes, que incluía también una ironía: "No queremos que únicamente se dirija a nosotros para darnos el mensaje de Navidad".

Al mismo tiempo, en otro punto de Madrid, el rey pedía en un discurso a la clase política "dar un urgente empuje al empleo juvenil en toda España", e instaba a aunar esfuerzos para acabar con el desempleo juvenil a través de la modernización del sistema productivo.

Las palabras del rey sentaron bien, en un país que, aunque sus leyes establezcan que el rey no puede pronunciarse sobre política, valora y aplaude desde 1975 su intervención en asuntos de importancia. Como la vez que, en Buenos Aires, habló sin tabúes sobre "democracia" y "libertades individuales" ante Videla y su junta militar. O aquel memorable día en que mandó a callar a Hugo Chávez.

Consultado por Perfil.com, el periodista español José Apezarena -editor del sitio de noticias El Confidencial Digital (http://www.elconfidencialdigital.com) explica que el rey de España ejerce de "símbolo de la unidad y permanencia del país", y que "arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones", algo que suele ser difícil de entender en un país republicano.

Constitucionalmente, el rey no debe entrometerse en asuntos partidistas o expresarse públicamente a favor de una u otra facción ideológica, pero "a la hora de la práctica si es influyente", explica Apezarena, "en la medida en que su voz es escuchada y respetada por todas las instancias del país". Y agrega: "Digo escuchada y respetada, porque no puede imponer, obligar ni mediatizar".

"Lo que sí ocurre", nos explica, "es que sus interlocutores, desde el presidente del Gobierno al líder la oposición, pasando por las altas instituciones, personalidades del mundo económico y cultural, etc. tienen en cuenta las reflexiones del monarca, que entran a formar parte de los elementos de juicio y decisión".

Más allá de eso, está comprobada la influencia moderadora y conciliadora que el rey Juan Carlos tiene en el curso de la política española, y ello quedó demostrado durante el intento de golpe de Estado de 1981, y lo mismo está sucediendo en estos tiempos de crisis en España, cuando, como nos explica el periodista, "don Juan Carlos ha tomado algunas iniciativas, con resultado diverso. Por ejemplo, intentó que se produjera un acuerdo entre los dos grandes partidos para afrontarla en común". Para ello, se reunión con Rodríguez Zapatero -presidente del Gobierno- y a Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, pero ese pacto no se firmó.

Hoy, en el ocaso de su vida, el pueblo español le pide nuevamente al rey que interceda a favor de la democracia y el bienestar de la sociedad. Mientras tanto algunos se preguntan: ¿Está el rey pensando ya en abdicar? ¿Le está dando a su hijo las últimas clases para ser el próximo rey?

(*) Especial para Perfil.com.

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