Hoy el presidente norteamericano Obama se hará presente en Ground zero, icónico sitio donde estaban las torres gemelas en Nueva York, y que fuera arrazado por el ataque planeado por Al Qaeda en el 2001. Muerto su líder, Osama Bin Laden, el presidente Obama ha entendido que para cerrar “la operación” hacía falta además un homenaje recordatorio en el sur de Manhattan.
Pero Obama –intentando la unión bipartidista y aprovechando el éxito de la operación-, quiso incorporar en dicho homenaje a la figura de su predecesor en el cargo, el texano George W. Bush, que como se sabe, se pasó varios años persiguiendo a Bin Laden, pero sin resultado alguno.
La gran masa norteamericana seguramente se hubiera emocionado un poco –y le hubiera dado algún sentido histórico-, si la TV local mostrase un encuentro en ese sitio entre ambos mandatarios. Pero Bush decidió bajarse del tren. Su portavoz, David Sherzer, explicó que “el ex presidente aprecia la invitación, pero ha decidido que este período post presidencial lo tenga fuera de las cámaras, pese a que celebra junto a los norteamericanos esta victoria sobre el terrorismo global”.
El faltazo de Bush motivó a la Casa Blanca a dar explicaciones: “Lo hemos invitado al ex presidente pensando en el espíritu de unidad que existió en la sociedad norteamericana en el momento de los ataques del 9/11. Hoy sentimos que era importante revivir esa unidad, entendemos que el ex presidente no pueda asistir, aunque nuestra invitación fue realizada dentro de ese marco”.
Algunos analistas han sugerido que Obama no le ha dado un importante lugar a Bush en su discurso del domingo a la noche cuando informaba al público acerca de la operación y muerte al líder de Al Qaeda, imaginando que ésto pueda haber afectado el ánimo del ex presidente. Pero más allá de los sentimientos personales, el “faltazo” de Bush solo muestra una vez más el clima de tensión y cálculo político, que con la mirada puesta en el 2012, republicanos y demócratas viven a diario.
Los demócratas se defienden por lo bajo: “La invitación a Bush a compartir el estrado en el World Trade Center es un gesto que Bush entiende. Lo que pasa es que a él le hubiera gustado terminar su gestión con ese punto ganado, pero no fue así. Obama logró liquidar a Bin Laden finalmente”, agregan.
En la CNN, la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice argumentó a favor del ex presidente: “Fue gracias a Bush, que puso enormes esfuerzos en una estrategia antiterrorista, que luego de varios años, se haya logrado capturar a Bin Laden. Este tipo de integración entre las distintas fuerzas de inteligencia no es un éxito que se logró en una semana, esto ha llevado un montón de tiempo y esfuerzo”. A ella se sumó el ex Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, quien pareció defender las prácticas en Guantánamo. “Gracias a haber puesto en prisión también a personeros de Al Qaeda de bajo nivel, se ha logrado capturar a los jefes de la organización. Sólo ellos saben bien como se mueven sus superiores” afirmó también en dicha cadena de noticias.
Con Obama Bin Laden muerto y sin conocerse aún una foto, los debates internos continúan. Ahora pasan por quien se cuelga la medalla más grande.
* Especial para Perfil.com