El anuncio de Jeff Bezos se transformó en titular mundial en pocas horas. Al menos la mitad más “marketinera” de su anuncio, que decía que Amazon entregaría sus productos a través de drones capaces de llevar paquetes de hasta dos kilos hasta la casa de cada comprador. Sin embargo, lo que no llegó a todos los oídos es que esto sucedería en el futuro: en unos cinco o seis años.
Sobre los permisos para volar los dispositivos por el aire norteamericano, Bezos dijo que la Administración Federal de Aviación de ese país ya está trabajando en la futura reglamentación que enmarque los vuelos de este tipo de vehículos. De hecho, el Congreso de los EE. UU. le dio a la fuerza local hasta 2015 para redactar normas que regulen el accionar de vehículos aéreos no tripulados que vuelen en el espacio aéreo, incluyendo las condiciones de seguridad, cómo deben formarse, cómo estará certificada la aeronave, los pilotos y el proceso de notificar a los destinatarios.
En la misma línea que Amazon, también esta semana la compañía alemana Deutsche Post DHL informó que probó con éxito la entrega de paquetes con un dron, cuando envió medicamentos desde una farmacia en Bonn, al oeste de Alemania, hasta la sede central de la empresa. Pero, cautos, desde el directorio dijeron que es el comienzo de un período de investigación. En realidad son muchas las compañías que ya ensayan movimientos de mercadería con este tipo de dispositivos, lo que podría implicar una verdadera revolución en la industria logística mundial. ¿Cómo serán las reglas de tránsito en el aire? ¿Podrán allí evitar los embotellamientos? Si todos estos prototipos alcanzan su faceta comercial, estas preguntas tendrán respuestas en pocos años.