Ergun Ozkeseoglu todavía estaba en el interior del avión cuando lo sorprendió el hombre que había secuestrado la nave y desviado su destino.
Según relató a la cadena de televisión turca NTV, "el secuestrador comenzó a saludar tendiéndole la mano a cada pasajero y les pidió perdón, justo antes de entregarse a la Policía".
Pero eso no fue todo, "en seguida -continuó Ozkeseoglu- se escuchó a algunos de los pasajeros aplaudiendo", en respuesta a las palabras del secuestrador.
Según los medios europeos, el hombre que tomó por asalto el avión es Hakan Ekinci, un turco de 30 años que habría desertado del Ejército de su país y querría obtener asilo político en Italia.
Sería católico y objetor de conciencia, por lo que estaría buscando obtener la ayuda del Papa.