INTERNACIONAL
LEYENDA APOCALÍPTICA

El Washington Post explica por qué Trump encarna la profecía del "Último Emperador Mundial"

Un historiador sostiene que la leyenda apocalíptica ayuda a explicar por qué el 65% de los evangélicos apoya al mandatario a pesar de sus muchas incorrecciones y fracasos.

Poll Finds 49%-47% Divide on Removing Trump: Impeachment Update
Poll Finds 49%-47% Divide on Removing Trump: Impeachment Update | Photographer: BRENDAN SMIALOWSKI/AFP

El presidente de EEUU, Donald Trump es, para muchos estadounidenses evangélicos la encarnación de la profecía bíblica del “Último Emperador Mundial”, aseguró el historiador Thomas Lecaque, profesor de historia de la Universidad Grand View.

“Varios funcionarios en la élite gobernante de EEUU creen que el presidente debería desempeñar una misión especial en el futuro del mundo. El tono de sus declaraciones ayuda a explicar por qué un 65% de los votantes evangélicos blancos apoya a Trump a pesar de sus incorrecciones y fracasos”, escribió Lecaque en The Washington Post.

El historiador menciona en su artículo el discurso pronunciado en junio de este año por la consejera presidencial Paula White, quien declaró que el mandatario multimillonario vencerá “cada estrategia enemiga y cumplirá con su vocación y su destino”, una declaración que, en opinión de Lecaque, crea la impresión de que el presidente es "una figura triunfalmente apocalíptica".Para los devotos de Trump, entonces, sus fallas son en realidad razones para tener esperanza, aunque solo sea porque sugieren que nos llevará al mundo venidero”, escribe.

Una profecía de 1.300 años de antigüedad

Trump HP

“Esta profecía fue escrita entre los años 685 y 690 d.C., justo cuando los árabes salieron de la península y se apoderaron de la mayor parte de Oriente Medio”, dice el artículo. “Narra la leyenda de un rey bizantino y cristiano que librará una guerra exitosa contra las fuerzas del islam y establecerá una nueva era de paz. Esta tregua duraría tan solo una década y terminaría con el ataque de las fuerzas de Gog y Magog —aparecen en la biblia hebraica y manuscritos islámicos como individuos, tribus y tierras —. En vez de resistirles, el rey viajará al monte Gólgota para deponer su corona y fomentar la base para el Segundo Advenimiento de Cristo y la batalla apocalíptica entre el bien y el mal”.

“La narrativa del Último Emperador Mundial en realidad requiere un héroe laico imperfecto en el modelo del rey bíblico David: orgulloso, combativo y sexualmente impuro, pero amado por Dios no solo a pesar de sus transgresiones, sino por ellas”, continúa Lecaque.

“El líder profetizado también debe ser militante, preparado para limpiar a Occidente de lo impuro (que incluye no solo disidentes e incrédulos, sino también, como en muchos mitos religiosos cristianos, judíos), reunir a la Civilización Occidental y destruir violentamente el poder de ambos, Anticristo e Islam. En el proceso, provocará la segunda venida. Es, en otras palabras, una ideología construida sobre el antisemitismo, la persecución antimusulmana y antiherética”.

“La narrativa del Último Emperador Mundial en realidad requiere un héroe laico imperfecto en el modelo del rey bíblico David: orgulloso, combativo y sexualmente impuro, pero amado por Dios no solo a pesar de sus transgresiones, sino por ellas”, escribió Lecaque.

"Lo aman como si fuera el Rey de Israel"

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En su artículo, Lecaque opina que el tono “apocalíptico” de las declaraciones de la Casa Blanca y otros políticos estadounidenses ayuda a explicar por qué un 65% de los votantes evangélicos blancos apoyan a Trump a pesar de sus muchas incorrecciones y fracasos.

"El vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado, Mike Pompeo, el secretario de Educación, Betsy De Vos, y otros apoyan la conexión entre la presidencia de Trump y la promesa del Imperio Cristiano", escribió el autor. El autor destaca que ninguna de estas personalidades habló explícitamente de la profecía del Ultimo Emperador y posiblemente nunca haya escuchado de ella, pero ofrecen un marco para justificar las acciones del mandatario estadounidense y dar esperanza para el futuro.

El historiador hace hincapié en que el apocalipsis tiende a ser sinónimo de la catástrofe, pero, en realidad, el apocalipticismo cristiano significa esperanza: anhelo por un nuevo cielo, una nueva Tierra y el establecimiento de un reinado cristiano. “Si el Reino de Dios es el objetivo y un resultado deseable, ¿es sorprendente que haya quienes quieran introducirlo más rápido? El problema es que cualquier intento de introducirlo requiere un cambio radical, y a menudo una violencia radical para lograrlo”, explica Thomas Lecaque.

El autor hace notar que esta mentalidad pudo observarse cuando los evangelistas elogiaron la decisión de Trump de trasladar de Tel Aviv a Jerusalén la Embajada de EEUU en Israel, en mayo de 2019. Al respecto, Lecaque recordó en su artículo cuando Trump agradeció en su cuenta en Twitter al conspirólogo Wayne Allyn Root, que declaró en su programa que es “el mejor presidente para los judíos y para Israel en la historia del mundo, no solo para Estados Unidos (...) y el pueblo judío en Israel lo ama como si fuera el Rey de Israel. Lo aman como si fuera la segunda llegada de Dios”.

"Podemos reírnos... pero hay gente que se toma a él y a esta ideología en serio", concluye Lecaque.

D.S.