Tras doce días de huelga de hambre, el estado de salud de Leopoldo López comienza a evidenciar los primeros síntomas de deterioro. Adelgazó ocho kilos, no ingiere alimentos sólidos y sólo bebe agua. Según su familia, es sometido a torturas psicológicas en la prisión militar de Ramo Verde, donde está recluido desde febrero de 2014. Ya no comparte presidio con Daniel Ceballos, el ex alcalde de San Cristóbal, quien fue trasladado a la cárcel 26 de Julio, en el estado de Guárico. El lleva 14 días de ayuno y evidencia más dolores físicos que López, entre ellos problemas en un riñón y parálisis facial. Su esposa Patricia le dijo a PERFIL que teme “mucho” por la vida de su marido.
“Estoy resistiendo. Puedo resistir unos días más, pero no me siento bien”, le dijo este miércoles Ceballos a su mujer. La conversación telefónica duró seis minutos y fue el último contacto que alguien tuvo con el ex alcalde de San Cristóbal. El enfrentamiento político en Venezuela llegó a un punto irreversible, con la oposición y el gobierno disputando el poder no sólo en las urnas, sino también mediante huelgas de hambre y campañas de comunicación a nivel internacional.
Las protestas de López y Ceballos tienen un trasfondo político. Los dos dirigentes del partido Voluntad Popular demandan que el Consejo Nacional Electoral (CNE) fije fecha para las próximas elecciones parlamentarias y que ellas sean auditadas por observadores internacionales. “La gente expresó su firme exigencia de que el CNE oficialice ya la fecha de las elecciones parlamentarias, que serán la compuerta para el cambio en Venezuela. Esas elecciones deben ser con calificada observación internacional”, expresó el lunes López, durante una audiencia por el juicio que enfrenta por su presunta responsabilidad en los incidentes violentos de febrero de 2014. Los cargos que le imputan son conspiración, incitación a delinquir, intimidación pública, incendio y daño a la propiedad pública. “Leopoldo está firme en su determinación de seguir en huelga de hambre. Es un hombre muy sólido de espíritu y de físico. Aunque debo confesar que, a medida que pasan los días, su situación me preocupa cada vez más”, dijo a PERFIL su esposa, Lilian Tintori.
Daniel Ceballos, en tanto, bajó diez kilos desde que inició su huelga de hambre el viernes 22 de mayo. Su delicada salud motivó que las autoridades le suministraran suero. “Está recluido en un lugar terrible, es lo más parecido a un campo de concentración. No tenemos forma de tener información, sus abogados sólo pueden verlo los martes durante media hora”, aseguró su mujer Patricia. Ceballos está alojado en una celda de 2 x 2 metros cuadrados, donde soporta temperaturas superiores a los 30 grados. Dirigentes de la oposición temen que su salud “colapse” en las próximas horas.
Las protestas y los pedidos humanitarios se entrecruzan con la campaña electoral. Los dos huelguistas y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, –con prisión domiciliaria– son candidatos en las elecciones parlamentarias. Si fuesen electos, tendrían fueros y podrían ser liberados.