NASHVILLE.- Los candidatos a la presidencia estadounidense, el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama, prometieron este martes dedicar todos sus esfuerzos a contener la crisis económica en caso de llegar al poder, durante su segundo debate televisado. Ambos candidatos y senadores mostraron todo un arsenal de medidas para intentar resolver el déficit público estadounidense, el agujero de la Seguridad Social o el fracaso escolar. Se acusaron mutuamente de querer subir los impuestos y se arrogaron, una vez más, la idea de un "cambio" de rumbo ante una opinión pública angustiada por la situación económica.
"Nos encontramos en la peor crisis financiera desde la crisis de 1929. Es el veredicto de la política económica errónea de los últimos ocho años que apoyó McCain", dijo Obama, favorito en las encuestas. "Los estadounidenses se sienten enojados, preocupados", replicó McCain, quien propuso como medida de choque comprar con 300.000 millones de dólares las hipotecas de sus conciudadanos insolventes.
En política exterior, Obama aseguró que no descarta ninguna opción frente a Irán, mientras que McCain reiteró que su rival se equivocó al no votar en favor de la guerra en Irak. Obama sigue liderando las encuestas, según un sondeo de la cadena CNN al término del encuentro, que duró 90 minutos.
Un 54% de los televidentes consultados por CNN consideró al demócrata vencedor, mientras que 30% de ellos eligió a McCain. Sonrientes, pero sin concesiones, McCain y Obama no cesaron de atacarse mutuamente, a veces intentando arrebatarse la palabra, algo que no consintió el moderador. El encuentro, celebrado en la Universidad de Belmont, en Nashville (Tennessee, sur), duró 90 minutos.
"El gran problema aquí ha sido la desregulación" en el sector financiero, criticó Obama. "Él quiere subir los impuestos", aseguró McCain de su rival. "No estoy a favor de subir los impuestos para los ricos (...) estoy a favor de dejar los impuestos en paz", añadió. McCain propuso más bien entregar 5.000 dólares en créditos de impuestos a los estadounidenses como medida parcial para poder reducir el gigantesco déficit de la Seguridad Social.
Obama aseguró que era él quien iba a reducir los impuestos para el 95% de la población. "Él (McCain) quiere darle un recorte de impuestos adicional (...) a los jefes de empresa" de la lista de 500 compañías más poderosas del país, afirmó el líder demócrata. Obama "votó 94 veces para incrementar los impuestos o contra el recorte" fiscal durante su carrera legislativa, aseguró por su parte McCain.
Obama, de 47 años, que sólo debía asegurarse de no cometer ningún error para seguir conservando la ventaja que presenta en los sondeos, se mostró distendido y omitió los ataques más directos de su rival. McCain, de 72 años, luchó para presentarse como un líder pero también como un político que entiende "la ira" de sus conciudadanos ante los sueldos y el manejo de los bancos por parte de sus altos directivos.
"El problema es que no tenemos confianza en nuestras instituciones", dijo el senador y ex militar republicano. En política exterior, Obama quiso mostrar un perfil más duro, al mencionar que al frente del gobierno buscaría cómo "matar a (Osama) Bin Laden", y que no descartaba el bombardeo de Irán. "Nunca sacaremos ninguna opción de la mesa", dijo.
"Obama se equivocó ante la contrainsurgencia, en Irak, con Rusia. No entiende nuestros desafíos de seguridad", dijo su rival. Obama reiteró que quiere sacar a las tropas de Irak cuanto antes y dedicarse a luchar contra los talibanes en Afganistán y Pakistán. Ambos se despidieron con tonos dramáticos: "Necesitamos un cambio fundamental, valentía y sacrificios para cambiar de dirección", dijo Obama. "Necesitamos una mano firma ante el timón", concluyó por su parte McCain.
Fuente: AFP