Belén, Cisjordania- De Belén a Roma, las celebraciones de Navidad estuvieron dominadas hoy por numerosos llamamientos a la paz y una inédita advertencia del Papa contra la explotación imprudente de los recursos del planeta.
El patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabbah, lanzó un llamamiento en favor de la paz en Oriente Medio en su sermón de medianoche en la Misa del Gallo en Belén.
" Este país pertenece a Dios. No puede ser de vida para unos y para otros de ocupación y prisión política", declaró en la basílica de la Natividad de esa ciudad de Cisjordania donde nació Jesús, según el Nuevo Testamento.
"Quienes están reunidos aquí por Dios deben tener el camino, la seguridad y la dignidad", añadió ante los fieles llegados del mundo entero.
Durante la jornada de ayer, cientos de cristianos de Gaza cruzaron el puesto fronterizo de Erez, entre la franja de Gaza e Israel, para celebrar la Navidad en Cisjordania tras haber logrado el pase de autorización del ejército israelí.
Muchos de ellos se dirigieron a Belén y otros visitaron a familiares en diversas partes de Cisjordania ocupada, especialmente en la parte este de Jerusalén, anexada por Israel.
Mientras tanto, ante los fieles que abarrotaban la basílica de San Pedro de Roma, Benedicto XVI denunció en la Misa del Gallo "el uso abusivo de los recursos sin precaución alguna" e hizo un llamamiento a "dedicar el propio tiempo" a quienes necesitan ayuda.
El Papa denunció en su homilía "las condiciones en las que actualmente se halla la Tierra debido al uso abusivo de los recursos y su explotación egoísta y sin precaución alguna".
"¿ Tenemos tiempo para el prójimo que necesita nuestra palabra, nuestro afecto; para la persona que sufre y que necesita nuestra ayuda; para el desplazado o el refugiado que busca asilo?", lanzó en italiano a los miles de fieles en la basílica vaticana y a las decenas de millones que siguieron la celebración a través de la televisión en todo el mundo.
En América Latina, mientras tanto, el sueño de pasar la Nochebuena con sus familias no se cumplió para los tres rehenes de la guerrilla colombiana de las FARC que deben ser puestos en libertad próximamente en Venezuela.
Tampoco se cumplió para la franco-colombiana Ingrid Betancourt, que hoy celebra su 46 cumpleaños en manos de las FARC, que la mantienen cautiva desde febrero de 2002.
Un comité de apoyo a los rehenes en Colombia hizo un llamamiento desde París para que se coloque una vela en las ventanas de las casas francesas y colombianas durante la jornada en señal de solidaridad con los rehenes.
Asimismo, en Filipinas, el principal país mayoritariamente católico de Asia (más de 85% de su población), el cardenal Gaudencio Rosales pidió al Gobierno que combata la pobreza.
Por su parte, la guerrilla comunista y el ejército mantuvieron la tregua decretada durante las fiestas navideñas.
En Cachemira, musulmanes y cristianos participaron en un servicio religioso ecuménico y pidieron el regreso de la paz a este territorio indio del Himalaya azotado desde hace 19 años por una insurrección separatista islamista que ha causado oficialmente 42.000 muertos.
En el cercano Bangladesh, los cristianos rezaron por las víctimas del ciclón que en noviembre dejó al menos 3.300 muertos.
China también celebró la Navidad, pese a que las ceremonias religiosas sólo están autorizadas en las iglesias del régimen. Sin embargo, se estiman en varios millones los cristianos que acudieron a las iglesias clandestinas que siguen los dictados del Vaticano, al que Beijing no reconoce.
En la pequeña iglesia de la Virgen María, en el corazón de Bagdad, un puñado de cristianos iraquíes venció el miedo a atentados y ataques para celebrar la Navidad.
Pero la alegría, el esplendor de los festejos y la Misa del Gallo son sólo recuerdos que desde la invasión estadounidense de marzo de 2003 quedaron convertidos en una discreta ceremonia vespertina.
Fuente: AFP