INTERNACIONAL
francesco rocca, presidente de la cruz roja

“En Venezuela necesitan desesperadamente de todo”

El representante del organismo internacional sostiene que nunca había visto una polarización política tan salvaje como la venezolana y explica cómo hicieron para eludir la grieta a la hora de distribuir la ayuda humanitaria.

20190524_1414_internacionales_CP34 Agencia Afp
Distribucion. Ya llegó un avión con las ayudas. El objetivo es alcanzar a 650 mil personas este año. | cruz roja


En el marco de la XXI Conferencia Interamericana de la Cruz Roja, que se realizó esta semana en Buenos Aires, el presidente de la Federación Internacional de Cruz Roja (FICR), el italiano Francesco Rocca, habló con PERFIL sobre la situación en Venezuela, a la que califica como “muy difícil. Están desesperadamente necesitados de todo”.
“La última vez que estuve en Venezuela fue en el año 2001. Hoy, después de ocho años, es un país completamente diferente. No me esperaba una situación tan difícil, donde tiendas y grandes centros comerciales ya no están. Y donde después de las cinco o seis de la noche la gente está en su casa. Me imagino que esto es un gran dolor para su gente, porque es un pueblo vital, latino, que no puede tener una vida social”.
Después de las polémicas en torno al ingreso de la ayuda humanitaria, que la oposición y organizaciones sociales reclamaban para enfrentar la grave crisis que vive el país, finalmente la Cruz Roja pudo hacerla llegar. Antes, hubo que sortear un campo minado de declaraciones cruzadas del gobierno y la oposición ante la polarización que vive Venezuela.
—¿Cómo se hace para que la ayuda humanitaria no se vea como una cuestión política?
—El terreno está politizado. Hablamos con las dos partes, el gobierno oficial y la oposición, y les aclaramos que no necesitábamos de la política y de sus actores. La gente está como con una herida abierta y uno tiene que estar atento a las palabras que se usan. Una parte no tiene más necesidad que otra. Toda la gente está sufriendo. Y la respuesta de la Cruz Roja fue humanitaria. Es una respuesta al ser humano que está necesitado y que no tiene  un color político, tiene su sufrimiento.
Rocca advierte que “lo que pasa es que la gente está de-sesperada” y revela que “la división y la polarización en el campo político es una experiencia que no he vivido en otros países del mundo. Venezuela es una lección aprendida por mí”.
—¿Cómo fue la distribución de la ayuda humanitaria?
—El primer avión se envió el 16 de abril. Ahora la aviación civil va a autorizar un segundo avión que ya está listo en Panamá, y hay un tercero que está preparado. La situación en Venezuela es muy volátil, y está volatilidad no ayuda. Por suerte, contamos con el apoyo de las autoridades de la aviación civil. El objetivo es llegar a 650 mil personas. Ese es el total que vamos a entregar en un año de ayuda. Es lo que por el momento estamos en condiciones de hacer. Espero que se pueda hacer más y más que esto, para que se pueda resolver esta situación.
—¿En qué consiste la ayuda?
—Es un kit que tenemos a nivel internacional que usamos para todas situaciones de emergencias con las que trabajamos en todo el mundo. Es un kit medicinal, con dispositivos sanitarios para 10 mil personas, por tres meses, y plantas eléctricas para los hospitales. Hace unas semanas  hubo un problema de electricidad y muchas personas murieron por falta de este suministro. Entonces se pensó que era prioritario proveer una planta eléctrica para subsidiar la falta de energía. Es una gota en el mar en un país de más de 30 millones de habitantes, pero es lo que se puede hacer. Venezuela tiene una gran necesidad”.
El presidente de la Cruz Roja advierte que la institución “no puede resolver sola la crisis. A mí me da mucho dolor cuando recibo mensajes que me piden que ayude a su niño, a su mamá o a su papá. Para mí es una gran frustración porque no podemos hacer todo. Por suerte, también gracias al fuerte apoyo de la Cruz Roja colombiana se tuvo una buena respuesta en la zona fronteriza de Cúcuta, donde miles de civiles fueron de ese país, y también la de Ecuador. Creo que la ayuda no es solamente entregar arroz o pollo, es el amor, la pasión por la atención a la dignidad de la persona. Eso hace la diferencia en la entrega de la ayuda y el acercarse a una persona para entender su necesidad.