Yaser Arafat falleció el 11 de noviembre de 2004 en un hospital, según se dijo en el momento, por una hemorragia cerebral. Después de casi una década, la muerte del histórico líder palestino sigue siendo controversial, ya que muchos extremistas creen que fue asesinado.
La hipótesis vuelve a cobrar fuerza después de que el cuerpo y los objetos personales del expresidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) fueran exhumados y examinados por especialistas suizos, que encontraron dosis de polonio hasta 20 veces superiores a lo habitual.
"Eso supone obligatoriamente la intervención de una tercera parte", declaró el profesor François Bochud, del Instituto de Radiofísica Aplicada de Lausana, Suiza durante una conferencia de prensa.
"Nuestros resultados respaldan razonablemente la tesis del envenenamiento", explicó el científico, según la agencia AFP. Luego aclaró que "no se puede afirmar que el polonio fue la causa de la muerte" de Arafat, pero "tampoco se puede excluir".
El descubrimiento causó un revuelo entre las autoridades palestinas, que ahora consideran acudir a la justicia internacional para reclamar por la muerte del líder nacionalista. "Debe haber una comisión internacional para investigar la muerte del presidente Arafat", declaró a la AFP Wasel Abu Yusef, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
"Los resultados mostraron que Arafat fue envenenado con polonio, una sustancia que poseen únicamente los Estados y no los individuos, lo que significa que el crimen fue cometido por un Estado", subrayó.
En Palestina fue muy difundido el rumor de que Arafat fue envenado por orden de Israel, algo que siempre desmintió el Estado hebreo.