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opinión

Entre el trabajo y la misión

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NBC. El presentador de la NBC cuando explica por qué levantaron la emisión del discurso de Trump. | cedoc

El jueves, el presidente Trump hizo afirmaciones infundadas acerca de que las elecciones presidenciales fueron corruptas y fraudulentas. En respuesta, cortamos sus comentarios en vivo y eliminamos el video de nuestras plataformas. Quiero explicar por qué. 

Nuestro trabajo es cubrir las noticias, pero nuestra misión es difundir la verdad y detener la desinformación.

Algunas cosas no tienen dos lados. Los hechos no admiten debate. Y cuando el Presidente de los Estados Unidos, desde la Casa Blanca, trata de derribar uno de los cimientos de la democracia estadounidense, las elecciones libres y justas, eso ya no es noticia. Es propaganda. 

Esto no es censura. No hay ningún mandato para emitir todo lo que un líder político diga. Eso serían con medios controlados por el Estado. Sus afirmaciones no apuntaban a marcar diferencias políticas, sino a socavar la confianza de los norteamericanos en el proceso democrático. 

Nosotros simplemente decidimos no utilizar nuestras plataformas para ampliar este mensaje peligroso, con el potencial de incitar a la violencia, en tiempo real, cuando era imposible brindar hechos y contexto simultáneamente. Después, cubrimos el discurso cuidadosa y completamente. 

Por supuesto que cubrimos de manera agresiva posibles problemas o irregularidades en la votación. Deben presentarse ante las autoridades correspondientes para su investigación. La campaña de Trump ha lanzado desafíos legales en varios estados, pero los expertos dicen que la mayoría de los casos no tienen posibilidades de tener un impacto importante en el resultado de las elecciones (…).

No fue una decisión que hayamos tomado a la ligera. Cuando el presidente Trump hizo declaraciones engañosas durante sus reuniones informativas del Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus, muchos nos instaron a no transmitir en vivo los comentarios. En cambio, reunimos un ejército de reporteros para verificar sus declaraciones en tiempo real y mostrar esos hechos en la pantalla al mismo tiempo que él hablaba. (Continuamos verificando los hechos en vivo y en pantalla durante los debates presidenciales y de vicepresidentes). Pudimos equilibrar el valor informativo de las reuniones informativas con nuestra responsabilidad de brindar información precisa.

Pero cuando el presidente se para en la Casa Blanca y dice, sin pruebas, que “no permitiré que la corrupción se robe una elección tan importante o cualquier elección para el caso. Y no podemos permitir que nadie silencie a nuestros votantes y fabrique resultados”, estamos mucho más allá del valor de las noticias y entramos en un territorio legítimamente peligroso.

Es deber de los periodistas denunciarlo.

*Editora en Jefe del diario USA Today. Texto publicado en su página web.