Un ataque con bomba ocurrido esta madrugada contra la estación de tren de la localidad de Baracaldo, en el País Vasco español, causó un incendio y daños materiales de consideración, sin que se registraran desgracias personales.
La policía sospecha que el atentado fue obra de adeptos a ETA, probablemente en venganza por la detención de 18 militantes de la organización juvenil Segi, cercana a la organización separatista vasca.
Según informó el diario El Mundo, aún se desconoce el tipo de explosivo utilizado y la naturaleza de la explosión, aunque descartan que haya sido accidental.
El consejero del Interior del Gobierno vasco , Javier Balza, precisó que se trata de "un atentado muy importante porque tiene una afectación directa a la vida de la ciudadanía, que afecta al servicio de viajeros en una zona en la que se mueve mucha población".
Por otra parte, se localizó hoy un artefacto casero, que no llegó a explotar, en un cajero automático de la localidad alavesa de Llodio, según informaron fuentes del Departamento de Interior y en el pueblo navarro de Huarte un grupo de desconocidos atacó a última hora de ayer otro cajero con dos botellas incendiarias que no llegaron estallar.