El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presumió este martes durante su discurso del Estado de la Unión de los logros económicos conseguidos bajo su Administración, a la vez que atacó a las personas que cruzan la frontera con México de manera ilegal, prometiendo además una legislación con la que poner fin a la atención sanitaria que, según dijo, se le brinda de manera "gratuita" a los "extranjeros ilegales".
El discurso de Trump en el Capitolio estuvo marcado por la hostilidad entre republicanos y demócratas durante casi toda su intervención, que empezó con el millonario dando la espalda a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, cuando ella le tendió la mano. En respuesta, Pelosi, líder de la Cámara de Representantes, el órgano que lleva adelante el juicio político contra el presidente, rompió el discurso de Trump una vez hubo finalizado.
"Si vienes ilegalmente, ahora serás expulsado de nuestro país", dijo Trump entre los aplausos de los republicanos, para a continuación justificar sus ataques enumerando casos puntuales en los que algunos migrantes indocumentados cometieron a crímenes "a sangre fría". Criticó la política migratoria del Partido Demócrata, a quienes acusó de proteger a los inmigrantes ilegales, a los que relacionó con la proliferación de la delincuencia, las drogas e, incluso, los ataques terroristas.
El mandatario también hizo referencia de los acuerdos en materia fronteriza con México, Guatemala y El Salvador y destacó la necesidad de seguir construyendo un muro en la frontera sur que ayude a contener la inmigración ilegal y acabar así con "las terribles lagunas explotadas por criminales y terroristas para ingresar" en Estados Unidos.
Economía y trabajo
En su tercer discurso sobre el Estado de la Unión, Trump dijo que la "economía está mejor que nunca". "Desde las elecciones, hemos creado 2,4 millones de nuevos empleos. Las solicitudes de desempleo han alcanzado su nivel mínimo en 45 años. El desempleo de los afroestadounidenses se encuentra en la tasa más baja jamás registrada y el desempleo de los hispanoamericanos también ha alcanzado los niveles más bajos de la historia", remarcó.
Trump también recordó que, tal y como prometió hace 11 meses, el Gobierno llevó a cabo "la mayor reforma de impuestos y el mayor recorte tributario en la historia de Estados Unidos", los cuales "brindan un tremendo alivio a la clase media y las pequeñas empresas". "Las empresas no se marchan, ahora todos tienen una segunda oportunidad", dijo.
Trump y Pelosi, relación tensa: él no la saludó, ella rompió su discurso
Sanidad
Trump aseguró que "el socialismo no acabará con el sistema de salud de Estados Unidos" y afirmó, que él se está enfrentando a las grandes compañías farmacéuticas. "Una de mis mayores prioridades es reducir el precio de los medicamentos por receta. En muchos otros países estos cuestan mucho menos de lo que pagamos en Estados Unidos. Es por eso que le ordené a mi Administración que haga de esto una de nuestras principales prioridades. Los precios bajarán", prometió.
El presidente también dijo que quiere dar a los enfermos terminales la "oportunidad" de curarse en el país, por lo que promoverá el acceso a tratamientos experimentales para que no tengan que "ir de país en país buscando una cura". Además, pidió al Congreso que apruebe una ley para restringir los abortos tardíos, alegando "que cada vida humana es un regalo sagrado de Dios".
Política exterior
Trump explicó que, a medida que se reconstruye la fortaleza de Estados Unidos dentro de sus fronteras, también es necesario hacerlo fuera, donde, ha dicho, el país se enfrenta a "regímenes deshonestos, grupos terroristas y rivales como China y Rusia", que ponen en cuestión los intereses, la economía y los valores estadounidenses.
"Por esta razón, le pido al Congreso que finalice el peligroso secuestro de la defensa y financie plenamente nuestro gran Ejército", afirmó. Insistió además en que las sanciones contra la economía iraní seguirán vigentes hasta que el Gobierno de Teherán "abandone su política de armas nucleares y deje de difundir la muerte y el terror."
Trump presumió también de haber impuesto "severas" sanciones a las que él llamó "dictaduras comunistas y socialistas" de Cuba y Venezuela, país que contó con la presencia de uno de sus ciudadanos, el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, de gira internacional, a quien llamó "legítimo presidente" entre ovaciones tanto de republicanos como de demócratas.
Por último, también dedicó unas palabras para el "régimen depravado" de Corea del Norte, cuya "búsqueda imprudente de misiles nucleares podría muy pronto amenazar", vaticinó, la seguridad de Estados Unidos.
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DS
