El líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, fue ovacionado este martes el discurso del Estado de la Unión del presidente Donald Trump, al que asistió como invitado especial de la Casa Blanca. "Estamos respaldando las esperanzas de cubanos, nicaraguenses y venezolanos para restaurar la democracia y EEUU esta dirigiendo una coalición de 59 países contra el dictador socialista de Venezuela, Nicolás Maduro", anunció Trump ante el Congreso en Washington.
"Maduro es un gobernante ilegítimo, un tirano que brutaliza a su pueblo, pero su tiranía sera destruida y quebrantada", afirmó Trump, quien presentó a Guaidó -ubicado en un palco de honor- como "un hombre muy valiente que lleva consigo la esperanza y las aspiraciones de todos los venezolanos". "Señor presidente, lleve este mensaje de vuelta a su pueblo, gracias señor presidente", le dijo Trump.
"Los Estados Unidos está favor de su pueblo y de su libertad", le dijo Trump a Guaidó, al que llamó "presidente legítimo de Venezuela", recordando que "el socialismo destruye a las naciones". La asistencia de Guaidó proporciona una plataforma de alto perfil para el líder de la Asamblea Nacional de Venezuela mientras busca revivir el apoyo internacional a su intento de derrocar a Maduro, dijo Bloomberg News.
La visita de Guaidó a Washington culminó una gira mundial en la que visitó a líderes mundiales en Europa y Canadá, con la esperanza de lograr un nuevo impulso para su causa después de que un intento de levantamiento contra Maduro fracasara el año pasado. Aunque casi 60 países reconocieron a Guaidó como el líder de Venezuela, progresó poco en derrocar al régimen profundamente arraigado, afirmó Bloomberg.
Sin embargo, su invitación de la Casa Blanca –en el palco junto a la primera dama, Melania Trump– sugiere que Trump todavía ve a Guaidó como la mejor oportunidad para reemplazar a Maduro, a pesar del escepticismo que expresó en los últimos meses a sus asistentes. En diciembre, el vicepresidente Mike Pence y otros altos funcionarios celebraron una reunión para reexaminar el enfoque de la administración después de su presión de un año por una transición democrática en el país sudamericano, según cuatro personas familiarizadas con el asunto.
Maduro describió el apoyo estadounidense a Guaidó como un fracaso
Guaidó también cultivó lazos estrechos con importantes legisladores republicanos, y se reunió con el senador Marco Rubio el pasado fin de semana en Miami. En un mitin, Guaidó dijo a sus seguidores que tenía una estrategia y “el apoyo del mundo”.
No se cree que la Casa Blanca esté considerando una opción militar para alentar una transición en Venezuela. Sin embargo, funcionarios de la Casa Blanca discutieron nuevos enfoques, incluido un intento de asociarse con Rusia, aliado de Maduro, para remover discretamente al líder venezolano, o aumentar la presión sobre Cuba, el principal patrocinador de Maduro.
Durante la reunión con Pence en la Sala de crisis de la Casa Blanca, funcionarios también abarcaron brevemente –pero finalmente descartaron– la idea de tomar medidas enérgicas contra las importaciones de petróleo venezolano por parte de India, un importante salvavidas financiero para el régimen de Maduro.
Maduro describió el apoyo estadounidense a Guaidó como un fracaso, y en una entrevista con el Washington Post el mes pasado pidió conversaciones directas con Estados Unidos y sugirió que podría haber una bonanza económica para las compañías petroleras de ambos países si Trump levantara las sanciones.
El presidente venezolano dijo que quiere celebrar nuevas elecciones a la Asamblea Nacional este año, en un intento por erosionar aún más la base de poder y la legitimidad de Guaidó. Sus partidarios ya bloquearon la reelección de Guaidó como presidente de la Asamblea a principios de este mes.
DS