La Paz - El gobierno boliviano de Evo Morales responsabilizó al gobernador proautonomista de la provincia de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, por la violencia desatada en este departamento en el centro de Bolivia que causó al menos dos muertos y un centenar de heridos.
"Hay enfrentamiento porque hay intransigencia, porque ha habido un prefecto que no cumplió con su deber de asumir el control pacíficamente", afirmó este jueves el presidente interino, Álvaro García, quien acotó que pareciera que existe un "alo" de violencia que persigue a Reyes Villa.
Luego de reunirse en el palacio Quemado de La Paz con el alto mando militar, García, al mando de Bolivia mientras el presidente Evo Morales viajó a Nicaragua a la toma de posesión de Daniel Ortega, dijo que el gobierno tiene suficiente evidencia de que desde la prefectura se incitó y promovió la violencia en Cochabamba, con grupos de choque. Esa ciudad, centro neurálgico de las comunicaciones viales que unen el oriente y occidente de Bolivia, se ha convertido en escenario de violentos
enfrentamientos entre campesinos progubernametnales que piden la renuncia de Reyes Villa y jóvenes de clase media que lo defienden.
Como contracara, seis de nueve gobernadores bolivianos acusaron al gobierno de Evo Morales de haber promovido la violencia en Cochabamba.
Reunidos en la ciudad de La Paz, los gobernadores José Luis Paredes de La Paz (occidente), Rubén Costas de Santa Cruz (oriente), Manfred Reyes Villa de Cochabamba (centro), Mario Cossio de Tarija (sur), Leopoldo Fernández de Pando (norte) y Ernesto Suárez de Beni (noreste) analizaron los graves incidentes registrados en el centro de Bolivia.
Asimismo, Reyes Villa recibió la solidaridad de sus cinco colegas, quienes cuestionaron el pedido de miles de labriegos oficialistas movilizados en Cochabamba que piden desde el lunes su renuncia al cargo por convocar a un referéndum autonómico regional.